San Juan- El cubano Orestes Pérez, dueño de un restaurante en una de las calles más comerciales de San Juan, lleva casi dos décadas aplicando la norma de jamás negar un plato de comida a los indigentes que se detienen ante su local.

En entrevista, Pérez, de 83 años y propietario de "La Tasca de Yiyo", explicó que la política que le ha inculcado a sus quince empleados, entre camareros y cocineros, es que cada vez que vean a un desamparado de los 7,000 que se estiman que hay en la capital puertorriqueña le den de comer.

"Toda persona que viene, que se para ahí, me busca y yo le he dicho a los empleados: cuando tú veas a alguien ahí que quiera comer, usted deja de hacer su trabajo, lo atiende y le da comida", detalló "Yiyo", como se le conoce popularmente a Pérez.

Este empresario y padre de tres hijos contó que esta iniciativa la comenzó hace 17 años al establecer "La Tasca de Yiyo" en la Calle Loíza del sector sanjuanero de Santurce y porque le "sale del corazón" hacerlo para ayudar a la decena de indigentes que se pasean por el área a diario.

"Esas personas tienen hambre y para mí es un orgullo y un placer hacer ese acto de caridad", abundó el empresario, quien ya había administrado otros dos restaurantes, entre ellos, El Oasis, en el área turística del Condado.

"Yiyo" admitió que si algún indigente le pide dinero o bebida alcohólica le dice "no" y que prefiere pedirle a uno de sus cocineros que le sirva al mendigo un plato de arroz con habichuelas, un pedazo de carne, tostones o amarillos y un vaso de agua.

"No me gusta ver a la gente con hambre. Me agrada hacer esto, porque yo sé que eso Dios me lo recompensa con salud", dijo el también progenitor de Luis, que trabaja en el restaurante.

El acto caritativo de "Yiyo" fue reconocido esta semana cuando la comensal Mirelsa Modestti, hija de la exsenadora y actriz puertorriqueña Velda González, contara a través de Facebook que vio cómo una de los camareras del restaurante le dio un plato de comida a un indigente.

Modestti quedó anonadada por el acto y le preguntó a la camarera porqué habían hecho eso, a lo que la empleada respondió que el dueño les dio órdenes "de jamás negarle un plato de comida a nadie".

La publicación de la historia se convirtió viral a través de Facebook y los usuarios de la red social comenzaron a felicitar a "Yiyo" y sus empleados por el acto de caridad.

Adelaida Pérez, otra de las hijas de Pérez, indicó en su cuenta de Facebook que para ella era un "orgullo" poder decir que "Yiyo" y su madre, Irma, eran sus padres "y los protagonistas de esta linda y conmovedora historia".

Destacó con lágrimas pero alegre que sus padres son "luchadores y trabajadores, pero sobre todo humildes y bondadosos", tras asegurar sentirse "muy afortunada" de ser la hija de "grandes seres humanos".

"Desde pequeña he visto, vivido y aprendido que no importa lo mucho o lo poco que tengamos", indicó, tras apuntar que siempre debemos "ayudar al prójimo dentro de nuestros alcances y que la humildad y la bondad nos lleva a ser mejores seres humanos".

Por su parte, el cliente Jorge Muñiz Morales, quien saboreó un plato de arroz congrí con bistec, dijo a Efe que la propuesta humanitaria de don "Yiyo" "no está pendiente a la publicidad ni nada de eso", sino, destacó, "que demuestra un sentido de valores enseñados por su familia para los más necesitados".

Muñiz Morales añadió que dentro de una sociedad egocentrista Pérez "se ha identificado con las personas más necesitadas", porque, añadió, "entiende que esas personas en la calle la están pasando muy mal" a diferencia de los que comen dentro del restaurante.

"Lo que hace don Yiyo es sentido de humildad y son sus valores. Hay que ser más solidario con el prójimo. Antes, este acto era normal, pero ahora no tanto porque siempre estamos más pendientes al yo", subrayó.