Nada tan rico como un helado, pero nada más fastidioso que tener que comérselo rápido para evitar que se derrita y acabemos con las manos y la ropa embarradas.

Algunos científicos con mucho sentido común se dieron a la tarea de buscar una solución a este dilema y lo han logrado: han descubierto la forma de detener el gotereo del helado.

Luego de varios experimentos, físicos de la Universidad de Edimburgo descubrieron la forma de recrear una proteína de la Bacteria de la Capa Superficial A (BsIA), que se encuentra de forma natural en el agua, el aire, la comida y en el tracto intestinal, lo que es importante porque se trata de una bacteria “amigable” y segura para el consumo. 

La proteína logra unir o consolidar el aire, la grasa y el agua de los helados, lo que los transforma en muy difíciles de derretir. En otras palabras, el helado se derretirá a un paso muy, muy, muy lento.

Se espera que este descubrimiento sea revolucionario en la forma en que operan las empresas que producen este manjar, ya que requerirán menos combustible para mantener las bajas temperaturas, lo que a su vez disminuirá las emisiones de carbono al ambiente. Asimismo, se espera que se puedan reducir los costos de transportación ya que no se necesitarán de camiones especializados.

Según los investigadores, el uso de la bacteria también abrirá paso a que los helados sean más saludables, ya que en la actualidad la clave para mantener los helados congelados y que no se cristalicen es agregándoles ingredientes artificiales y grasas saturadas.

Los científicos están confiados en que esta proteína completamente orgánica nos traiga un producto con menos grasa, menos calorías y más naturales. La gran pregunta es: ¿cuánto tardarán en implementar esto? Bueno, aunque no se sabe a ciencia cierta, podría tardar algunos añitos.

En los experimentos también trabajaron: el Consejo de Investigación de Ingeniería y Ciencias Físicas y el Consejo de Investigación de Biotecnología y Ciencias Biológicas de la misma universidad.