Hace cuatro años que Freddie Torres Santiago tomó la decisión de abrir un negocio propio al que llamó El Paseo Restaurant & Sport Bar. Alquiló un local frente a la plaza de recreo de Vega Alta, que por años había sido una pizzería, y creó un menú completo de comida criolla.

Con el tiempo, no le quedó más remedio que comprar un horno y comenzar a hacer pizza, pues no pasaba un día en el que no entrara un cliente que pidiera este platillo. El “palo” lo dio el pasado mes de mayo cuando integró a su menú una pizza de 32 pulgadas que se ha convertido en la mayor atracción del lugar.

“Viendo que las personas estaban interesadas en cosas grandes, fui buscando algo que fuera innovador, diferente y que llamara la atención, decidimos hacer la pizza más grande. Hicimos una prueba, utilicé mi Facebook para promocionarlo, la gente llegó y el aumento en la clientela ha sido drástico”, explicó.

Para hacer la masa de una pizza tan grande, Torres Santiago y su equipo de cocineros buscaron en Internet y You Tube hasta que confeccionaron una receta que les gustó. Para poner en marcha este nuevo tamaño de pizza tuvieron que buscar nuevas herramientas y hasta confeccionar algunas. Cada pizza lleva tres libras de queso y dependiendo de la cantidad de ingredientes puede pesar hasta 45 libras.

La versión de queso tiene un costo de $25 y a medida que se le van añadiendo ingredientes, su precio va subiendo. Sin embargo, Torres Santiago explicó que lo mismo es compartida por parejas que rinde para grupos grandes que llegan hasta el negocio para disfrutar de esta nueva atracción que hace que el restaurante casi se paralice cada vez que una de las meseras lleva una de estas pizzas de la cocina a la mesa.

El menú también incluye por pedazos y tamaños tradicionales.

“Usamos ingredientes que la gente acostumbra utilizar en su cocina; ese es el secreto de la masa y a eso le añadimos otros toppings que son parte de la comida que le gusta al puertorriqueña”,  señaló Torres Santiago.

Luchador incansable

Con alta y bajas, como muchos comerciantes del País, Torres Santiago se las ha ingeniado para sacar adelante el negocio que creó con tanta ilusión.

Para el joven de 28 años, llevar las riendas de un negocio propio no es la única responsabilidad, pues, además, durante los pasados 12 años ha laborado en una empresa privada.

“Empecé a trabajar desde que estaba en la escuela superior. Salía de la escuela y hacía un turno nocturno. Luego estudié administración de empresas con concentración en contabilidad y mientras mis amigos salían a janguear yo estaba trabajando”, comentó el joven.

A pesar de lo difícil que pueda parecer, Torres Santiago no se rinde pues sus metas están claras y en el futuro  espera abrir otros restaurantes en la Isla y en Orlando, además de entrar en la modalidad de los foodtrucks.