Yabucoa.- Para los artistas plásticos Brenda Montañez y Julio Mojica, el ejercicio artístico va mucho más allá de una expresión estética, es el proceso que utiliza un pueblo para unirse como comunidad y así lo han demostrado a través de la creación de un mural de mosaico en el centro urbano de la llamada Ciudad del Azúcar.

Según este dúo de educadores y artistas, la propuesta de la creación de un mural con la técnica de mosaico que recreara la historia de Yabucoa y que fuera solicitada por la alcaldía de ese municipio, ha probado ser más que un ejercicio creativo y se ha convertido en el denominador común que ha unido a todo un pueblo.

"La respuesta de las personas ha sido increíble. No lo esperábamos. Cuando empezamos estábamos preocupados por los gastos a los que íbamos a incurrir para comprarle comida y bebida a los voluntarios, el hielo, etc. Pero no hemos tenido que sacar ni un solo centavo desde que empezamos", explicó Montañez, quien es profesora de arte en una escuela de Humacao.

"Desde el primer día nos han traído comida, refrescos, agua, hielo. Gente que pasa y nos ve trabajando y también comercios cercanos.  Esto ha unido al pueblo completo fuera de ideologías o líneas partidistas. Hace mucha falta este tipo de proyectos porque se nota que hay una necesidad en el país de atesorar nuestra cultura", añadió la educadora, natural del barrio Guayabota de Yabucoa.

Montañez destacó el impacto que el mural ha tenido en los jóvenes que han participado como voluntarios.

"Los jóvenes necesitan de este tipo de actividades que les desarrolle sus habilidades creativas. La alternativa que ellos tienen es la droga y el crimen y eso no puede ser", indicó.

El mural, que plasma varias estampas yabucoeñas a manera de resumen de la historia del colorido municipio, se comenzó a trabajar el pasado 24 de junio en un muro de contención localizado en la calle Catalina Morales, frente al Correo y es uno de los más grandes de este tipo en Puerto Rico.


"El tema del mural es el pasado y el futuro de Yabucoa y fue diseñado por Brenda y por mí. Es de 240 pies de largo por 10 pies de alto. Hemos tenido un gran número de voluntarios, especialmente jóvenes que son desertores escolares y con otras situaciones", explicó por su parte Mojica, quien también es maestro de arte de una escuela en Caguas.

"Aquí ha venido todo el mundo. Desde uno de los sobrevivientes de la familia Roig hasta el Gobernador de Puerto Rico, pasando por residentes, visitantes de pueblos como Cabo Rojo y hasta turistas de Argentina y España. Esto ha sido algo increíble y ha probado ser algo que el pueblo necesita. Mucha gente viene y nos pide ayudar, otros simplemente vienen a curiosear, pero la pasamos muy bien", añadió.

Sin embargo, a diferencia de un mural regular, el trabajo en mosaico representa un gran reto creativo para los artistas que trabajan en este día y noche, a veces hasta 14 horas en un solo día.

"La gente nos ve y se sorprende de lo complejo que es hacer un mural de mosaico. Toma mucho trabajo y precisión. Se nos atrasó un poco el itinerario porque tuvimos que esperar que llegar las losetas del extranjero y la parte más compleja ha sido calcular cuántos colores íbamos a utilizar", explicó Mojica.

"Para este mural estamos utilizando 13,600 losetas de 6 pulgadas por 6 pulgadas, las cuales cortamos Brenda o yo porque se requiere mucha precisión para no dañarlas. No se pueden cortan ni muy pequeñas ni muy grandes. Mucha gente no lo entiende, pero esto básicamente, además de ser un proyecto artístico, es uno de construcción. Como un rompecabezas", dijo el artista natural de Juncos.

Los artistas indicaron que esperan concluir el mural antes del 3 de agosto, fecha en que deben retornar a sus puestos de trabajo en sus respectivas escuelas e indicaron que ya varios municipios vecinos han mostrado interés en desarrollar un mural de mosaico en sus respectivos pueblos.