Un satélite de la NASA de seis toneladas cayó el sábado a la Tierra, informó la agencia espacial.

El Centro de Operaciones Conjuntas de la Fuerza Aérea y la NASA dijeron que el satélite, del tamaño de un autobús, penetró la atmósfera terrestre para caer sobre el Océano Pacífico, aunque eso no significa necesariamente que todos sus fragmentos hayan caído sobre el mar. Los cálculos de la NASA pronosticaron que se esparciría a lo largo de 500 millas.

Las dos agencias del gobierno dijeron que el Satélite de Investigación de la Atmósfera Superior (UARS, por sus siglas en inglés), de 35 pies cayó entre las 10:23 de la noche y las 1:09 de la madrugada, sin que se sepa el lugar exacto.

Se anticipó que unas 26 piezas del satélite, con un total de 1,200 libras de metal pesado, caerían en tierra. El mayor de los fragmentos no debía pesar más de 300 libras.


Es el satélite más grande de la NASA que cae a la Tierra en caída no dirigida desde la estación espacial Skylab y el satélite Pegasus 2, ambos en 1979.

La estación espacial rusa Mir de 135 toneladas cayó en el 2001, pero en una caída controlada al Pacífico.

Antes de la caída del UARS, nadie en Tierra había sido alcanzado por restos de satélites y la NASA supuso que seguiría siendo así. La agencia calculó que la probabilidad de que alguien fuese golpeado en Tierra era de 1 en 3,200. Pero la probabilidad de que algún ser humano fuese alcanzado se elevaba a 1 en 22 billones (correcto), puesto que hay 7,000 millones de personas en el planeta.