Corozal - Tras décadas viviendo en la ciudad de Chicago, los restos del pintor corozaleño David Samuel Sánchez Herrera recibieron cristiana sepultura en su pueblo natal como había sido su voluntad.

A los 84 años, Sánchez Herrera falleció el 3 de febrero pasado a causa de complicaciones cardiacas por lo que su familia y amigos se dieron a la tarea de devolverlo a las raíces que tanto amaba.

La Asociación Cultural Corozaleña y su presidente Ramón Luis Acevedo realizaron una ceremonia de homenaje póstumo en la histórica Casa Loydi el lunes pasado antes de su sepelio en el cementerio Corozal Memorial Park. Acevedo destacó la trayectoria de Sánchez Herrera como uno de nuestros grandes pintores y “el mejor de los impresionistas” que ha dado nuestra Isla.

Asimismo, Acevedo hizo un recorrido por su preparación académica en escuelas de arte de Nueva York, París y México y su participación destacada en el Centro de Arte Puertorriqueño en 1957, lugar que fue establecido por los principales integrantes de la Generación del 50: Manuel Hernández Acevedo, Lorenzo Homar, Augusto Marín, Carlos Raquel Rivera, Félix Rodríguez Báez, Julio Rosado del Valle, José Antonio Torres Martinó y Rafael Tufiño.

José Luis “Chewi” Rodríguez, profesor y artista plástico corozaleño, recordó la trayectoria de su homólogo al elogiar su trayectoria como grabadista.

 Entre sus grabados, Rodríguez mencionó la ilustración de un cuaderno del Instituto de Cultura Puertorriqueña dedicado a la poetisa Julia De Burgos. Además, distinguió la capacidad de Sánchez Herrera para incluir los temas de los paisajes y las costumbres corozaleñas en muchas de sus obras aun cuando había emigrado.

Ibelisse Sánchez Febus, hija de Sánchez Herrera, agradeció el homenaje a su padre al recordarlo como “un gran ejemplo como padre, como ser humano, como artista y como religioso”. Además, la hija del pintor recordó que su padre también fue un ejemplo para las personas con discapacidades, ya que aunque estuvo muchos años en silla de ruedas, eso no le privó de continuar cultivando la pintura.

El acto, que también estuvo auspiciado por el Municipio de Corozal, contó con la presencia del alcalde Sergio Torres quien dio la bienvenida a la actividad y celebró el regreso de Sánchez Herrera a su pueblo, aunque ahora sea desde otro plano.

Igualmente, en la actividad se dio cita el exalcalde Roberto Hernández, quien nombró la sala principal de la Casa Loydi con el nombre de Sánchez Herrera, en la inauguración de la misma en 2010.

El acto culminó con la interpretación del salmo Al abrigo de Dios, a cargo de Acevedo, y en honor a la parte religiosa del artista, quien también fue ministro evangélico. Además, su sobrino-nieto Eddy Sánchez Hernández agradeció las muestras de cariño a Sánchez Herrera y le despidió con el tema En la vida todo es ir de Juan Antonio Corretjer.