Los trabalenguas son  de los pasatiempos más divertidos que existen. Se componen de frases que resultan difíciles de pronunciar. El reto es poder decirlos con claridad y rapidez, aumentando la velocidad sin dejar de pronunciar ninguna palabra, ni cometer errores.

Además, tienen varias ventajas: son divertidos, estimulan la memoria y ayudan a adquirir rapidez y precisión al hablar.

A continuación, compartimos varios  de ellos, que puedes tratar de decirlos  para pasar  un rato chévere en casa con los nenes:

Cuando cuentes cuentos cuenta cuántos cuentos cuentas, porque si no cuentas cuantos cuentos cuentas nunca sabrás cuántos cuentos sabes contar.

¿Los trabalenguas se habrán hecho para trabar o destrabar la lengua?  Sin trabas o trabas de lengua, con un trabalenguas podrás destrabar tu lengua.

A Cuesta le cuesta subir la cuesta. Y, en medio de la cuesta, Cuesta va y se acuesta.

Tengo una gallina, ética, pelética, pelinpin pética, pelada, peluda, pelin pin puda.

El cielo esta encancaranublado. ¿Quién lo encancaranublaría? El que lo encancaranubló buen encancaranublador sería.

Cuando yo digo Diego, digo digo y cuando digo digo, digo Diego.

El que poca papa gasta poca papa paga.

Poquito a poquito Paquito empaca poquitas copitas en pocos paquetes.

La sucesión sucesiva de sucesos sucede sucesivamente con la sucesión del tiempo.