Esta noche no deje de mirar el cielo.

Esa es la recomendación de la Sociedad de Astronomía del Caribe y la Sociedad Astronómica de Puerto Rico (SAPR). Ambos grupos aseguran que desde la noche del domingo y hasta mañana se estará registrando un gran espectáculo en el firmamento que no se repetirá hasta dentro de 13 años.

Y es que el planeta más grande de nuestro sistema solar, Júpiter, parecerá estar bien cerquita, como si estuviera bailando un vals, con nuestra Luna, que se encuentra en su fase creciente.

El espectáculo celeste se puede apreciar a simple vista desde que anochece. Tan solo tiene que mirar en dirección al este, que es por donde sale el sol.

Eddie Irizarry, presidente de la Sociedad de Astronomía del Caribe, explicó que se trata de un efecto visual, ya que en realidad hay millones de kilómetros de distancia entre el planeta y la Luna. O sea, no es que vayan a chocar o acercarse de manera real.

El efecto de la perspectiva es tal que desde Estados Unidos no lograrán apreciar muy bien que digamos la “cercanía”. Desde allá en vez de un vals, parecerá un baile de pop en que las parejas no se pegan tanto.

En cambio, desde Venezuela y Colombia se verá el efecto un poco más completo. Si continuáramos con las comparaciones de baile, sería casi como un bolero, porque desde allí parecerá que se tocan. Más al sur, como por ejemplo, desde Perú, la Luna llegará a tapar a Júpiter, casi casi como si se tratara de un reguetón.

“Este tipo de evento se le llama conjunción, que es cuando un planeta se acerca a otro o a la Luna, cuando se mira desde nuestra perspectiva”, indicó Irizarry.

“La Luna y Júpiter estarán a menos de 1 grado de separación –que es casi equivalente a la medida del grosor del dedo meñique con el brazo extendido– entre la noche del lunes 21 y los primeros minutos luego de la medianoche del martes 22. Lo interesante de esta conjunción muy cercana de la Luna y Júpiter es que no se repetirá hasta el año 2026”, dijo por su parte Víctor Román, vicepresidente de la SAPR.

El momento cumbre del encuentro se pudo apreciar aquí entre las 12:00 de la medianoche y la 1:00 de la madrugada.

Si tiene la suerte de contar con binoculares, o con un telescopio, tiene hasta mañana para ver características de la superficie lunar tales como una gran cantidad de cráteres, montañas y picos. También podría apreciar las bandas de la atmósfera de Júpiter, que es una de sus características principales, además de cuatro de sus 67 satélites: Ganímedes y Europa a un lado, Ío y Calisto al lado opuesto, detalló Román.

“Estas cuatro son las que tienen el tamaño suficiente para ser apreciadas desde la Isla y las podrá identificar porque van a parecer pequeñas estrellas al lado del planeta”, indicó por su parte Irizarry.

El astrónomo destacó que las diferentes perspectivas según el país desde donde se le observe a este fenómeno visual es importante además porque ayuda a los científicos a predecir con mayor exactitud el paso de otros cuerpos celestes como los meteoros.

tantos Mitos

En la antigüedad una “cercanía” como esta podía interpretarse de muchas maneras que ahora nos parecerían ilógicas y hasta risibles por parte de algunos ciudadanos, coincidieron Irizarry y el antropólogo y profesor Andrew Álvarez.

“Como antes no se tenían tantos datos de la distancia real entre ambos, la gente antes tenía temor cuando veían ese aparente acercamiento de que pudieran chocar uno con el otro” dice Irizarry al tiempo en que contó que recuerda un acercamiento similar en su niñez y como vecinos se pusieron a orar pensando que ocurriría lo peor.

Álvarez destacó que tendemos a ser supersticiosos, en especial sobre aquellas cosas que no entendemos.

“Le damos una interpretación mágica, aquí y en todas partes de mundo. Aunque hay muchas personas que sí ceden a la luz de la razón, pero otras permanecen –que es parte de la naturaleza humana– por costumbre, por cultura, por aprendizaje, por religión o por fe, hay personas que siempre permanecen en ese tipo de creencia y le van a dar un significado mágico”, señaló.

Lo importante es que eventos como esta aparente proximidad “no nos lleve a dar rienda a miedos irracionales o actividades peligrosas”, agregó Álvarez recordando que el avistamiento en el 1997 del cometa Hale-Bopp, hizo que 39 integrantes del grupo Heaven Gates, con base en California, se suicidaran en masa creyendo que era el fin del mundo y que venían a buscarlos.

“Estamos en una sociedad tan abierta que la gente cree lo que quiera. Lo que hay que tratar es que la gente entienda, educarnos, usar la ciencia de manera adecuada e interpretar esto de manera digna”, afirmó el antropólogo.