Nación con una historia tan excepcional como convulsa, Haití es un ejemplo cabal de resistencia y voluntad que ha tenido en las artes plásticas uno de las manifestaciones más elocuentes de esa fibra y sensibilidad tan características que afloran a pesar de sus carencias, que se gestan a contrapunto de su relación tan estrecha y devastadora con las tragedias provocadas por las fuerzas de la naturaleza, que sobreviven la desesperanza y se convierten en afirmaciones de incuestionable valor estético y cultural.

Es Haití el vínculo de una nueva y ejemplar alianza entre dos casas: la Fundación Casa Cortés y la Casa de los Contrafuertes, espacios que inaugurarán sendas exposiciones el 12 y el 19 de abril próximo: “Haití aquí, a cuatro tiempos” –en Casa Cortés- y “Haití aquí, Honneur et Respect” -en Contrafuertes- aperturas ambas a las 7 de la noche que establecen un pasaje metafórico entre la sede de la primera, en el número 210 de la calle San Francisco, y el hogar de la segunda, en el número 101 de la calle San Sebastián, en la Plaza San José, en Viejo San Juan.

La exhibición “Haití aquí, a cuatro tiempos”, según se informó en comunicado de prensa, consta de pinturas de diversos artistas haitianos de la colección Chocolate Cortés, fotografías de Luis Alcalá del Olmo, una instalación de Humberto Figueroa y un vídeo de Leah Gordon, mientras que el despliegue en la Casa de los Contrafuertes incluye fotografías de José Jiménez y otros seis fotógrafos locales, así como pinturas, trabajos de arquitectura, diseño urbano, vídeo y objetos cotidianos.

“La historia de Haití -como en el Caribe y América Latina- a veces alcanza proporciones de mitos y leyendas que trascienden la imaginación”, dice Ignacio Cortés, presidente de la Fundación Casa Cortés y curador de “Haití aquí, a cuatro tiempos”. “La haitiana es una cultura tan rica, tan llena de fuerza y voluntad. Haití fue la primera colonia en independizarse en el Caribe y América del Sur, como resultado de una revolución de esclavos… expulsó a las fuerzas de Napoleón cuando era la colonia más rica e importante en todo el Caribe y quizá de las Américas”.

Ignacio añade que este proyecto conjunto con la Casa de los Contrafuertes –a través de Charles Juhasz-Alvarado y Ana Rosa Rivera, sus gestores- plantea una colaboración que puede servir de cauce para que proliferen proyectos similares, “sobre todo en este momento, que tanto se necesitan en Puerto Rico de alianzas y maneras de aunar esfuerzos”. “Además de la importancia que ambas entidades le damos al tema haitiano, el ejemplo de Haití nos es muy pertinente debido a todo lo que hemos pasado en los últimos meses como secuela del huracán María”, dice. “Nos entusiasma mucho la posibilidad de una alianza como ésta, aquí, en el Viejo San Juan, para ver cómo se puede seguir levantando la actividad cultural en la ciudad”.

Por su parte, Charles Juhasz-Alvarado destaca que “como parte de nuestra misión en la Casa de los Contrafuertes, nos enfocamos en el Caribe y sus diásporas”. “Cuando pensamos en cuál debería ser nuestro primer proyecto, nos planteamos esta exposición sobre nuestros vínculos con Haití, pensando que en cierto sentido esa relación es un misterio, señala. “Con   ‘Haití aquí, Honneur et Respect’ estamos tratando que mejore la relación entre Puerto Rico y este país hermano, que más conocimiento traiga, más entendimiento. Hay un paralelismo incuestionable y contundente entre las misiones de la Casa Cortés y la Casa de los Contrafuertes: la educación. El proyecto que ahora nos une tiene en esta característica la esencia de la alianza”.