El desahucio ante una enfermedad poco conocida pero de un gran estigma y prejuicio social lanza a “Claudia” al frío cuarto de un hospital, donde una vorágine de emociones la llevan a reflexionar los capítulos que hilvanan esa vida que se le escapa.

Amor, desamor, traición, frustración y la lucha por ideales son sólo algunos de los sentimientos que afloran en la historia de la protagonista de "Más grande que mi vida", la primera novela de la veterana periodista puertorriqueña Rosita Marrero.

La escritora -actual columnista de Primera Hora- explica que el conmovedor relato parte de una historia fehaciente que la trastocó cuando una gran amiga enfermó de sida en la década del 80, tiempo en que se conocía poco sobre la enfermedad que en aquellos años marcaban “una sentencia de muerte”.

“Hace muchos años que quería contar  esta historia... hasta que un día me senté en la computadora y escribí el título”, destaca al agregar que en adelante la historia fluyó poco a poco.

Dice que, aunque se abarca el tema del sida, no es una novela morbosa. Al contrario, esta carga de un drama muy emotivo para el lector.

“Ella sabe que va a morir y tiene los temores naturales que se sienten cuando uno se enfrenta a algo desconocido. Y, es entonces, cuando comienza a reflexionar sobre su vida; empieza a reconstruirla desde que era una niña que vivía en la zona montañosa de la Isla”, relata.

La escritora explica que la historia tiene también su marco político y cultural - ajustando fechas y momentos que marcaron la historia de Puerto Rico-, pero sin desligarse de la trama principal.

“Hay personajes reales a los que tuve que cambiarle los nombres y hay personajes que tuve que desarrollar por completo. Y, asimismo, desarrolla hechos verídicos y los entrelaza con otras escenas de ficción”,  manifiesta sobre el texto publicado por Ediciones Callejón y presentado anoche en el Taller de Fotoperiodismo, en Santurce.

La novela está disponible en Amazon, librería AC, en Santurce; La Tertulia, en San Juan; y en Casa Norberto, en Plaza Las Américas.