No necesariamente cuanto suena en la radio es lo único que se define como música. Tampoco la palabra “música”  se limita a aquellos sonidos armónicos o rítmicos a los que se  le asocia.   

Como un desafío a  los convencionalismos que recrean al oído -y cómo no, al resto de los sentidos-, el arte acusmático provocará   que los espectadores se sumerjan en la música electrónica, pero sin la necesidad de una ejecución en vivo.  

La Sala-Teatro Beckett de Río Piedras,   como parte de su serie de música experimental y con su misión de reivindicar la audición, es la responsable de armar un concierto  de arte acusmático por celebrarse el viernes  a las 7:30 p.m. en su sede.

“El arte acusmático es un término muy antiguo que viene desde los griegos. Lo establece Pitágoras a partir del concepto de escuchar para entender y no ver para entender”, establece Ricardo Cobián, director artístico de la Sala-Teatro Beckett sobre ese juego con el oído en el que el público se sumirá.

Los protagonistas serán la música electroacústica de  Nora Ponte, Carlos Vázquez, Juan Virgilio Colón y Lorraine Finkel, el arte del performance de   Carlos Vázquez y John Cage (un renombrado compositor estadounidense fallecido), así como el  arte electrónico y videoarte de Alejandro Quinteros y Carlos Franco, respectivamente.

Sensaciones particulares aflorarán en la audiencia ya  que, más allá de instrumentos tradicionales, la música que compone  este concierto emana -de acuerdo con Cobián- de   equipos electrónicos que se llevan  a las capacidades límites de su sonoridad. Dichos efectos sonoros, cabe destacar, son manipulados a través de una computadora.

La coordinadora del evento y compositora Nora Ponte asegura que “la gente que se acerque tendrá momentos de shock porque seguramente les parecerá algo muy nuevo. No es el tipo de música a la que están habituados o el tipo de música que ellos  consideran música”.

La experimentación también rebasará lo auditivo al  Ponte recordar que  los artistas Quinteros y Franco  trabajarán sobre la música de los compositores; un reto en sí porque “tienen que  igualar con su arte algo que tiene una identidad (las piezas musicales)”.

El concierto, a su vez, trascenderá lo auditivo pero con ciertas sutilezas. Y es que la propuesta de Quinteros incluirá una cámara que está ubicada hacia el público, no retratándolo sino captando sus movimientos.   Acto seguido, el programa traducirá -explica Ponte- el estado de los cuerpos de la audiencia a unas figuras con colores, las cuales deben variar según la intensidad de la música o los sonidos que se manifiesten. 

“Algunas obras seguramente molestarán un poco  a la audiencia, pero yo creo que de esa molestia también se aprende y se abre la mente y la oreja a otras cosas”, subraya Ponte sobre esa  “molestia” debido al desconocimiento de   propuestas como ésta.

La noche depara, además, presentaciones por parte de los compositores previo a sus creaciones, un poco para insertar a la audiencia en esta coyuntura sensorial. El compromiso, la comprensión y la atención del público serán llevados al máximo, de cara a  las escasas oportunidades para escenificar   esta manifestación musical.     

Para este innovador concierto del  terreno experimental, el donativo sugerido es de $6, para estudiantes,  y $10, para  público general.

Para más detalles, escribe a sala.teatro.beckett@gmail.com o comunícate a través de http://salateatrobeckett-paca.blogspot.com/ así como  su página de Facebook.