Lo que inició como una aventura se convirtió en una experiencia transformadora para los integrantes del programa Futuros Guías del Museo de Arte de Ponce.

La educadora y encargada del grupo de niños y adolescentes, Marissa Ramos, explicó que los miembros asumieron la responsabilidad de familiarizarse con las obras del museo ponceño para dirigir el recorrido Paraíso y palabras: trova y poesía, parte integral de la exposición Paraíso y palabras: Un diálogo entre el arte y la literatura en Puerto Rico.

El recorrido forma parte de las actividades libres de costo con motivo al Día de Reyes que se llevarán a cabo el próximo domingo, a partir de las 10:00 de la mañana, en las inmediaciones del museo, donde además habrá otras manifestaciones musicales y la llegada de los Reyes Magos de Juana Díaz.

El programa Futuros Guías del Museo de Arte de Ponce está integrado por Xavier A. Cintrón, Angelyz M. de Jesús, Yuliana Torres, Natanael E. Martínez, Carlos Andrei, Ariana del Mar Collazo, Roberto J. Quintana, Alanna Collazo, Emilia Negrón, Gabriel A. Peña, Sebastián D. Pagán, Alondra M. Collazo, Juan Carlos León, Laura S. López, Patricia N. Castillovertía, William L. Ortiz y Lowievelle Rodríguez. Los jóvenes son orientados por las maestras Elba Maldonado, de la escuela elemental Ángela Cordero Bernard, y Jacqueline Infante, del Liceo Ponceño, y el maestro Juan González del Colegio San Conrado.

Cada uno de los estudiantes escogió una obra de la exposición, con la más que se identificaron, para luego profundizar en el autor, en el estilo y en el marco histórico. Una vez inmersos en la información, los alumnos la resumen y la comparten con el público.

“La iniciativa surge de la educadora Ana Margarita Hernández en el 2005. Surge para integrar al museo las escuelas públicas y privadas mediante el programa con el fin de que los maestros de artes se acercaran con sus estudiantes”, explicó Ramos sobre el proyecto que reunió a los estudiantes todos los miércoles del año escolar.

“Los jóvenes han aprendido el valor de las obras, pero sobre todo, más que conocer al artista, les brinda seguridad, liderazgo, dicción, adquieren destrezas y se desenvuelven en el proceso de involucrar a la comunidad escolar y que más gente se acerque al museo. Ha sido proceso bonito porque se quedan con inquietudes nuevas, traen preguntas, además de que hacen su investigación y la comparten”, añadió la educadora al señalar que el recorrido contiene piezas de Francisco Oller, Miguel Pou y José Campeche.

Juan Carlos León, de 17 años, y Laura López y Natanael, ambos de 11 años, coincidieron en que en principio solo querían hacer una actividad distinta, pero terminaron encantados con la posibilidad de aprender de las piezas albergadas por el museo.

“La experiencia de hacer algo distinto fue lo primordial, pero más allá descubrí cómo apreciar las cosas desde una nueva perspectiva. Siento que este año no solo estoy aprendiendo a apreciar el arte, sino a apreciar la vida desde una manera distinta”, comentó Juan Carlos, estudiante de duodécimo, quien quedó impresionado con la serie Puerto Rico mío del fotógrafo Jack Delano.

Dijo también que si ve a alguien distraído mientras habla no le da importancia porque cada persona tiene su propia interpretación de las piezas.

“Lo primero que me pregunto es de qué quiero hablar y qué quiero que la gente se percate de la obra. El reto es llamar la atención, pero el que no todo el mundo esté interesado, no significa nada. No todo el mundo ve las cosas de la misma manera. Por eso, siempre indago más sobre el trasfondo de esa pintura y qué estaba pasando en ese periodo”, añadió el adolescente.

A Laura le encanta compartir su investigación con los demás. “Me ha fascinado compartirlo con mis compañeros. Es una experiencia que me ha ayudado a hablarle a las personas lo que es el museo”, dijo la niña, quien hace un resumen e intenta no memorizárselo, sino explicarlo cual conversación. Y lo logró cuando habló sobre la pieza La última montaña de Jorge Zeno.

Natanael, por su parte, tiene su propia técnica. “Me preparo leyendo, resumo y cuando lo termino, lo leo un montón de veces y me miro en el espejo. Luego, cojo unos muñequitos y se lo digo a ellos y a mi familia. Lo más difícil es que me confundo cuando hay mucha gente, pero poco a poco”, comentó quien tiene a su cargo la explicación de la pieza Coronel Francisco Enrique Contreras de Francisco Oller.