El Solsticio de Invierno, que este año será el 21 de diciembre, es único, ya que es el día más corto del año con la noche más larga. De este día en adelante, las noches se van haciendo cada vez más cortas a medida que se avanza hasta el solsticio de verano, que llega alrededor del 22 de junio.

Para la Astronomía, el Solsticio de Invierno corresponde al instante en que la posición del Sol en el cielo se encuentra a la mayor distancia angular negativa del ecuador celeste. Dependiendo de la correspondencia con el calendario, el evento del solsticio de invierno tiene lugar entre el 20 y el 23 de diciembre todos los años en el hemisferio norte, y entre el 20 y el 23 de junio en el hemisferio sur. Por eso, el solsticio de diciembre se festeja en el hemisferio norte como el regreso del Sol, ya que, a partir de ese momento, los días comienzan a alargarse. 

Desde la antigüedad, la llegada de los solsticios ha sido acompañada de diversos festejos y rituales. Y no son pocos, incluso aquí en la Isla, quienes los practican con diversos fines. Mucho creen en que es un buen  momento para dejar lo malo atrás, trazarse nuevas metas y ver el futuro con más optimismo.

Aquí le presentamos algunos rituales por si los quiere practicar:

1.  Quema de obstáculos

En iniciados.org. presentan la práctica conocida como “quema de obstáculos”, que le ayudará a desarrollar más voluntad y convicción para conseguir sus metas en el nuevo ciclo de vida. 

Primero, determine cuáles son los obstáculos que se le han presentado hasta ahora. Identifique los que están en usted mismo (a) y anótelos.

Realize este trabajo varios días para que su mente interior vaya identificando todos los obstáculos. 

Planifique y defina sus objetivos para el nuevo ciclo de su vida. Imagine en qué etapa irán para la próxima primavera. 

En un cuaderno, anote también sus metas y objetivos y cómo quieres lograrlos, cuándo esperas que se realizan, de qué manera y en qué lugar.

En el momento del Solsticio de Invierno o lo más cercano posible, en un recipiente de metal coloque un poco de alcohol, algo de algodón y sus hojas donde anotó sus obstáculos. 

Encienda el alcohol y queme las hojas. Eso representará la quema de sus obstáculos. 

Mientras se consumen, mentalize el firme propósito de vencer sus dificultades, de emplear toda la energía necesaria para conseguir sus  metas. 

Observe a continuación su cuaderno donde anotó sus metas y visualize como si ya las hubieses logrado. 

Todos los días, de preferencia en la mañana, mire su cuaderno de metas y haga una rápida película mental donde se vea logrando cada una de ellas. 

2.  “Puerta a la magia”

El sitio web ritualesocultos.blogspot.com sugiere que el  21 de diciembre es una buena noche para abrir la puerta a la magia y la esperanza y confiar en que se cumplirán nuestros deseos. 

A continuación un buen ritual para lograrlo:

Para ello, necesita:

-5 dientes de ajo pelados

-Un vaso de agua

-Una vela blanca

-Una hoja de papel y un lápiz. 

Pasada la media noche,  tome el papel y el lápiz y haga una lista con los cinco deseos que más anhela, numerándolos del 1 al 5. Luego coja los ajos y pinte en cada uno un número, también del 1 al 5. 

Encienda la vela y, junto a un vaso transparente lleno de agua, la coloca en una mesa cercana a una ventana abierta. 

Debajo de la vela ponga el papel con los deseos y alrededor del vaso los ajos, dejándolo así hasta q la vela se consuma al día siguiente. 

El agua del vaso la guarda en un frasco para utilizarla cuando necesite cargarse de energía positiva (se utilizará a modo de perfume o colonia). 

Los ajos y el papel con los deseos los envuelve en el pañuelo blanco y los guarda tres meses en un sitio oscuro. 

Al abrirlo -pasado ese tiempo-  los ajos podridos serán deseos no cumplidos y los secos pero en buen estado serán buenos deseos concedidos (unos se cumplirán inmediatamente y otros habrá que esperar a verlos realizados). 

Rituales ocultos sugiere que esos ajos los guarde para quemarlos en la siguiente noche del Solsticio de Invierno. 

3. Limpia la casa

También se cree que el 21 DE DICIEMBRE, cuando el espíritu de la Navidad desciende para acompañarnos en las fiestas, se limpie la casa, con el fin de recibirlo libre de energías negativas. Después de la cena, se abren todas las puertasy ventanas para recibirlo y se enciende incienso de mandarina. 

Todos los presentes se sentaran en  una mesa  que elegirán como especie de santuario de Navidad  donde encenderán tres velas, en forma de tríangulo: una  azul,  para la paz, la amarilla para la alegría y la armonía y una roja para el amor.

En el centro se colocará una fuente de metal o barro donde se quemaran todos los deseos cumplidos del año anterior. 

A continuación, se escriben en un papel los deseos para el año entrante. Se recomienda  pedir primero por el bienestar y la paz mundial hasta llegar a los deseos más personales. Estos se guardan hasta el año siguiente para repetir el ritual.  Suerte.