Para unos es el día por excelencia para comer pavo; para otros, es el día antes de la gran Venta del Madrugador. Sin embargo, en su inicio fue un día seleccionado para dar gracias a Dios por la abundancia de los alimentos.

Según cuenta la historia, unos peregrinos, perseguidos por sus creencias religiosas, en 1621 llegaron a Plymouth, Massachusetts (Estados Unidos) en una embarcación llamada el Mayflower.

Al llegar, los indígenas les ayudaron a sobrevivir el invierno y, durante su primera cosecha, decidieron hacer una fiesta para celebrar.

Peregrinos e indígenas compartieron amenamente y el menú incluyó pato, ganso, venado, mariscos, pan blanco, pan de maíz y verduras.

Desde 1621 hasta 1863, se celebró esporádicamente en distintas fechas y, por ser una celebración religiosa, algunos gobernadores consideraban que decretarla era una interferencia estatal en la religión.

Aunque el presidente Washington había emitido una proclama en 1789, fue el presidente Lincoln quien decretó el feriado nacional durante la Guerra Civil.

Controversia sobre su origen

El sitio donde se llevó a cabo el primer Día de Acción de Gracias en Estados Unidos, e incluso en el continente, es motivo de debate. Los escritores y profesores Robyn Gioia y Michael Gannon, de la Universidad de Florida, han señalado que la primera celebración de este día en Estados Unidos fue llevada a cabo por los españoles el 8 de septiembre de 1565, en lo que hoy es Saint Augustine, Florida.

Asimismo, varios historiadores aseguran que la primera celebración del Día de Acción de Gracias se realizó en Virginia y no en Plymouth.

No importa si comes pavo o no; si estás reunido en familia, con amistades o solo. Lo que realmente tiene valor es hacer una reflexión sobre tu vida, pensar en lo afortunados que somos al tener un plato de comida sobre la mesa.

El banquete boricua

Aunque al igual que muchos estadounidenses miles de puertorriqueños comerán pavo para este festejo, la tradición culinaria nuestra es distinta.

En muchos hogares el menú está compuesto por platos entre los que se incluyen arroz con gandules, pasteles, guineos en escabeche, ensalada de papas, y, para tomar, el tradicional coquito.

Y como postre, preferimos sustituir el tradicional pie de calabaza por un tembleque o flan de calabaza.