Está claro que las tareas del hogar requieren tiempo y esfuerzo y mientras más son los miembros de la familia y más grande es la casa, mayor es la faena.

Históricamente esas labores han recaído sobre las mujeres. Sin embargo, actualmente existe mayor apertura y consciencia de la importancia de que sean compartidas por igual entre todos los componentes de la familia.

“El mundo occidental es muy lineal. En el mundo de nosotros, las mujeres tienen tantas responsabilidades que terminan siendo las más amadas y las más odiadas a la vez, hasta por sus propios hijos”, afirmó el psicoterapeuta familiar Henry Castellanos.

“En nuestra sociedad, tienen tantos roles y el hombre lo único que hace es que trabaja, como si eso fuera suficiente. Nosotros somos psicoterapeutas sistémicos, así que en nuestro acercamiento todos tienen responsabilidades importantísimas y todos tienen roles”, agregó el experto que, sin embargo, ve en la práctica cómo los papeles han ido cambiando.

“Tengo casos en donde la mujer es la ejecutiva y él está en casa haciendo labores extraordinarias y no tiene por qué sentirse menos porque ella sea la que gana dinero. Es un modelo bonito en el que se sincronizan y él entiende que está haciendo un papel importante también”, expuso.

Desde ese punto de vista, el experto explica que la familia es un ente, por lo que debe aprender a trabajar unida y repartir responsabilidades de manera equitativa para lograr balance y armonía.

La habilidad que tienen los integrantes de la familia en tareas específicas son importantes de tomar en cuenta, pues será mejor para desempeñar el trabajo.

“La familia va reconociendo unas destrezas y las integra. La sociedad no determina el talento, la capacidad que tiene cada ser. Mi esposa, en muchas cosas, tiene unas destrezas monumentales y esas destrezas hacen que haga las cosas con alegría, con gusto, y yo tengo las mías. Pero no las definen ni el machismo, ni el feminismo ni la cultura, sino la función del cuerpo. Y el cuerpo es uno, es un todo y así tiene que ser la familia”, sostuvo el experto, quien por años ha estado a cargo de preparar el desayuno en su casa.

Cuando los hijos de una pareja son pequeños son pocas las tareas que se les pueden pedir para que ayuden en el hogar. No obstante, el experto indicó que desde que pueden caminar se les debe ir inculcando la costumbre de ayudar, como por ejemplo enseñarles desde temprana edad a recoger sus juguetes.

“Ellos se fijan en papá y mamá. Más allá de mandarlos a hacer algo es importante que los hijos vean a mamá y papá haciendo las cosas, porque así es que aprenden. También es importante que los padres celebren los ciclos de vida. Cuando cumpla cinco años se le puede decir ‘ahora tienes cinco años y vas a aprender a hacer esto y esto y puedes hacer esto y esto’, y así sucesivamente con los seis, siete años, etc.”, destacó Castellanos.

Según van creciendo a los hijos se les pueden ir aumentando las tareas. Ya en esa etapa es importante repartirlas de forma equitativa para mantener la armonía. A Castellanos y su esposa, Clara Inés, les funcionó muy bien una técnica que utilizaron con sus hijos Laura Carolina y Diego Nicolás, y Claudia Patricia, quien vivió ocho años con la familia.

“Al principio del mes echábamos a la suerte las tareas en unos papelitos y cada uno cogía tres. Así ya sabíamos lo que nos tocaba hacer y asumíamos la responsabilidad. Quizá en un mes tocaba los baños y otros trabajos más fuerte, pero al mes siguiente le tocaba la sala y el family, que era un trabajo más ligero. No importaba si era mujer u hombre todos hacíamos cualquier tipo de trabajo. A veces, si el nene tenía muchos estudios o un proyecto decía por favor haz mi tarea y cuando termine con esto cubro la tuya. Lo hablábamos y nos poníamos de acuerdo”, recuerda el experto, cuyos hijos ya están casados y ve cómo la formación propició a que ambos sean responsables y desenvueltos en sus respectivos hogares.

Otro aspecto que destaca Castellanos es la importancia de que el hombre valore a su esposa.

“Una de las cosas más hermosas que tiene el acercamiento sistémico es que enseña de manera puntual que el hombre tiene que cuidarla como una joya muy valiosa. Eso también tiene una ganancia para el hombre, porque a medida que la cuida, que invierte en ella, el hombre también se desarrolla de manera poderosísima. Se desarrolla emocionalmente, cognitivamente, espiritualmente. Se crea una armonía tenaz. Religiosamente hay un texto que dice que el hombre es la cabeza del hogar, pero no es para mandar, sino precisamente para tener cuidado de ese proyecto familiar. Si el hombre funciona, la mujer y todo funciona mucho mejor”, sostuvo Castellanos.

Sí que pueden

Suele ocurrir que por la sobreprotección que se le tiene a los niños, no se les de tantas tareas en el hogar.

Sin embargo, el psicoterapeuta Henry Castellanos destaca que desde muy temprano se le pueden dar responsabilidades.

“Hay que tener en cuenta que todos los niños y niñas en todas las generaciones son más adelantados que sus padres, así que si no los motivamos no aprovechamos ese potencial”, afirmó.

Estas son las recomendaciones que da el experto para las diferentes edades:

-A partir de los tres años se les puede enseñar a recoger sus juguetes.

-Desde los cinco años pueden empezar a recoger sus bultos, sus juguetes y su cuarto.

-A los seis años ya se les puede encargar regar las plantas, recoger la sala y el family.

-Los niños de siete años ya son capaces de lavar los platos y su ropa.

 -A partir de los ocho años, relativamente, los niños ya pueden hacer todo tipo de tarea del hogar, como sacar la basura, barrer, mapear, etc.

“Conozco niños de esa edad que cocinan y lavan su ropa”, aseguró Castellanos.