Cuando se trata de vender (y comprar), hay recomendaciones de todo tipo, sobre todo si se trata de productos de belleza o para los hijos. Pero, a la hora de comprar un mattress, ¿los consumidores entienden la importancia de dormir en un buen colchón?

Recientemente, en una tienda por departamentos, varios consumidores discutían sobre cuál es el colchón ideal. Unos decían que fuera “convencional”, otro de espuma y un tercero, cualquiera, después que se levantara con los huesos enteros.

Sepa que el Consumer Report alerta que debes considerar cambiar tu colchón si te levantas cansad@ o adolorid@, si luce ahuecado o abultado en secciones o si tiene al menos de 5 a 7 años de uso. (Usualmente duran 10 años).

Una vez sepas que necesitas un nuevo colchón, debes decidir el tamaño. Analiza si eres de las personas que cambias de posición mientras duermes, o si vas a dormir acompañad@, entre otros aspectos. 

Al momento de comprar un mattress, la primera opción para muchos, quizás por ser más económico, es el de resortes o muelles.

También está el colchón de espuma o "memory foam", desarrollado para proteger a los astronautas de las fuerzas de gravedad. Este es termosensible (reacciona a la temperatura: cuando hace calor se siente más suave y viceversa) y se amolda a tu cuerpo. No todos los colchones de espuma se sienten igual y puede que tome tiempo acostumbrarse a ellos. 

Están también los colchones de resortes, conocidos como híbridos, que están cubiertos con una capa de "memory foam”.

Y hay otras opciones, entre ellas los colchones de aire ajustables que proveen la opción de inflar cada mitad a una firmeza diferente.

Es importante que selecciones la firmeza apropiada del colchón basándote en tu necesidad particular al momento de dormir. Lo que una compañía llama ultra firme puede que sea super suave para otra.  Recuerdo que mi padre siempre quería un colchón extra firme porque padecía de dolores de espalda. Pero, la mejor superficie para dormir es un concepto totalmente subjetivo de acuerdo a un vocero del Centro para la Investigación del Dormir Humano de la Universidad de Stanford.

Un estudio publicado en la revista médica británica Lancet, y citado por Consumer Report, sugiere que las personas que sufren de dolores en la espalda baja se beneficiarían del uso de un colchón de firmeza mediana. Si un colchón es demasiado firme no va a sostener el cuerpo de manera pareja y puede que cause dolor en los puntos más pesados (las caderas y los hombros). Si el colchón es muy suave, la persona se puede hundir en la superficie y tener dificultad para moverse lo cual puede causar adormecimiento o dolores.

Alan Hedge, Ph. D., profesor de ergonomía en la Universidad de Cornell, y también citado por la revista del consumidor, dice que los mejores colchones sostienen la columna vertebral a todo lo largo, al tiempo que le permite mantener sus curvas naturales. Dice Hedge que a los 40 años, la piel pierde su elasticidad natural y se vuelve más sensitiva a la presión  y que por eso una superficie más suave y acojinada es entonces más cómoda.  

Una vez decida qué mattress quiere, la decisión es dónde comprarlo.

Vaya a la tienda, ya que comprar por teléfono o internet no es una buena idea si aún no ha probado cómo se siente. Según Consumer Report, un gerente de ventas les dijo que más clientes que compran por internet hacen más devoluciones que los que compran en la tienda.

También recuerde que las tiendas por departamento hacen frecuentes ventas especiales y tienen muchas marcas. Son muy frecuentes los descuentos del 50 por ciento.

Ya decidiste qué colchón quieres comprar, pues ahora, a probar. No te avergüences de acostarte en los colchones de la tienda. Los vendedores están acostumbrados a esa práctica. Usa ropa cómoda y zapatos que puedas quitarte fácilmente. Pasa al menos 5 minutos en cada lado y de espalda, o boca abajo sí es tu posición favorita para dormir.    

Una vez lo adquieras, no olvides las garantías de comfort; algunas tiendas dan desde 2 semanas hasta varios meses para devolver o cambiar un colchón. Así, que pregunta acerca del período de prueba, la política de devolución, y los cargos (si alguno) por entregar la mercancía.  Además, la garantía del fabricante sólo cubre defectos en los materiales y la mano de obra, no comfort ni desgaste normal.

Y finalmente, tenga dulces sueños.