Llevas toda una vida preparándote para ser madre, desde pequeña jugabas con muñecas, le tenías nombre, le dabas leche, le cambiabas el pañal y hasta la llevaba contigo a todos lados. Hoy te enfrentas a una de las realidades mas importantes de tu vida llena de aventura y sueños… Vas a ser madre. 

Desde que la prueba de embarazo da positiva, comienzas a pensar en el futuro, a forjar sueños para esa persona que ya amas como si la conocieras de toda una vida. Pero el miedo y la ansiedad también surgen: “¿soy primeriza y ahora qué hago?”, te dices a menudo.

Lo primero que debes hacer es escoger un ginecólogo obstetra; un médico que se especializa en mujeres embarazadas, y coordinar tu visita prenatal inicial. En esta, además de ordenarte los laboratorios de rutina, comenzará la relación médico - paciente. ¿Cuáles consejos te puede dar este especialista?

1. Asiste a tus citas médicas

De acuerdo con el Congreso Americano de Obstetras y Ginecólogos ( ACOG), las mujeres que inician su cuidado prenatal temprano y con regularidad tienen mayor probabilidad de tener un bebé saludable. Esto se debe a que durante el proceso de visitas prenatales se identifican y evalúan los riesgos y se establece un plan de cuidado. Típicamente, la primera visita se lleva a cabo durante el primer trimestre, pero aún cuando estés mas adelantada en tu embarazo, lo mas importante es asistir a tus citas médicas. La frecuencia con la que vayas depende de tus necesidades y condiciones médicas. Tu especialista, el ginecólogo obstetra, puede establecer una frecuencia base de visitas cada cuatro semanas hasta las 28 semanas de gestación. Luego, cada dos a tres semanas, entre las 28 a 36 semanas de embarazo. Pasadas las 36 semanas, las visitas son semanales. Este es el espacio de tiempo perfecto para aclarar tus dudas.

2. Cuida tu nutrición

Es cierto lo que las abuelitas y demás familaires nos dicen: “Ahora comes para dos”, pero debemos entender que “comer para dos” significa mantener una nutrición balanceada que provea todos los requisitos alimentarios durante y después del embarazo. Puedes consultar con un nutricionista y diseñar un plan alimentario que sea adecuado para ti. 

3. Toma las prenatales

Estas vitaminas contienen hierro (27mg) y se deben tomar solo una vez al día. Además, aportarán ácido fólico (0.4mg) y vitamina A (5,000 IU. La ingesta de las vitaminas prenatales es esencial ya que ayudan a suplementar los nutrientes que la dieta diaria no provee. 

4. No alcohol ni cigarrillos

Ambos hábitos son considerados como teratógenos, que se definen como agentes que producen malformaciones en el embrión o feto. Ingerir alcohol durante el embarazo causa el síndrome de alcoholismo fetal y tu bebé puede sufrir defectos cardíacos, craneofaciales, espinales y disturbios en su comportamiento. Fumar durante el embarazo, por su parte, se ha asociado con parto prematuro, bebés de bajo peso y restricción en el crecimiento, desprendimiento de placenta y otros tipos de problemas vasculares. 

5. Realiza ejercicios

Si no tienes complicaciones médicas u obstétricas que sean contraindicaciones para el ejercicio, puedes continuar haciéndolo. A las embarazadas se les recomienda, por lo general, ejercitarse por lo menos 30 minutos al día, la mayoría de los días de la semana, sino todos. Debes consultar con tu médico antes de comenzar tu rutina de ejercicios durante el embarazo para evaluar si existen riesgos y contraindicaciones.

La autora, la doctora Isalis Sánchez Peña, es ginecóloga obstetra.