Una de las cosas que más se extraña de las vacaciones es la ligereza con la que fluye el tránsito. Y es que una vez comenzamos el semestre escolar el boom de vehículos que discurre por las vías de rodaje eleva cualquier grado de desesperación.

Para que no te angusties, inventa o busca técnicas que te ayuden a pasar ese tiempo lo mejor posible porque, aunque no lo creas, sí puedes hacer algo.

Entre las sugerencias están:

Poner música: Haz una selección de música especial para el trayecto: una para ir al trabajo y otra para relajarte de camino a casa.

Evitar las horas pico: Aunque muchos no podrán evadirlo, inténtalo hasta donde sea posible. ¿Alternativa ideal? Posponer o adelantar tu hora de entrada y salida del trabajo.

Olvidarte de las carreras: Serpentear y acelerar no te hará ganar más que unos cuantos minutos, pero incrementará tus niveles de estrés. Baja la velocidad y conduce con calma; así es más agradable.

Aprender mientras conduces: Si siempre has querido aprender otro idioma o leer los más recientes éxitos de librería, esta es tu oportunidad. Puedes sacar libros de la biblioteca en formato CD o descargarlos de Internet y bajarlos a tu iPod o reproductor MP3. Se te irá el tiempo volando.

Ponerte cómoda: Antes de salir a la calle, asegúrate de que el soporte para la cabeza esté justo detrás de ella, alineado con tus orejas. Acomoda el asiento y el guía para que te sientas más cómoda. Revisa todos los espejos y fíjate que no tengas que inclinar o estirar el cuello. Ahora sí, ponte el cinturón.

Definir rutas alternativas para el trayecto: Esto tiene que ver con el control. Si sabes que puedes tomar otro camino, de manera automática, te concedes mayor control sobre la situación.

Usar el radio para tareas múltiples: Programa en el radio tu estación favorita de música y una estación de noticias para enterarte de lo que pasa en el mundo.

No empieces a juzgar a los demás conductores: Un conductor muy estresado se enoja cuando otro lo rebasa, cuando va más lento que él o los demás olvidan hacerle una señal. Las reacciones exageradas ante los demás conductores es un camino seguro hacia el estrés, el dolor de cabeza y el enojo. El mejor enfoque es ser un conductor defensivo y no dejar que te moleste lo que hacen otros conductores.

Relajarte antes de meterte al auto: Trata de desayunar con calma, no te empujes un pan tostado a las carrera.

Salir 30 minutos antes de lo normal: Estudios han descubierto que cuando se tiene menos “urgencia por el tiempo” o cuando no estamos preocupados porque vamos a llegar tarde, el estrés durante el trayecto es mucho menor.