La meditación es una técnica milenaria que nos permite establecer el orden y la armonía en nuestro universo interior.

La mecánica cuántica, rama de la física que se encarga de estudiar los entresijos de la materia, nos avisa que todos los cuerpos materiales (nosotros incluidos) están formados por átomos, y que los átomos que constituyen cualquier cuerpo ocupan solo la trillonésima parte del volumen de dicho cuerpo. En otras palabras, la materia es esencialmente hueca y vacía. La sensación de solidez y materialidad de los objetos de nuestra vida cotidiana es debido a que los átomos se mueven en el vacío en una especie de “danza cósmica”. Dicho movimiento genera poderosos campos de energía, los cuales son decodificados por nuestro cerebro generando una especie de imagen holográfica de la realidad, que se traduce en las sensaciones que captamos a través de nuestros cinco sentidos (vista, oído, olfato, tacto y gusto).

Esto significa que, al igual que en el mito de la caverna de Platón, nosotros no captamos el mundo tal cual es, solo percibimos una especie de sombra superficial del mismo, sin poder llegar a su última realidad.

A la luz de estos descubrimientos de la física cuántica que hemos mencionado, no podemos dejar de recordar  las antiguas tradiciones esotéricas que nos dicen que nosotros somos un microcosmos, y que todas las leyes del universo están contenidas en nuestro interior.

Precisamente, es a través de la meditación interior profunda que podremos empezar a descubrir los tesoros ocultos que se encuentran en nuestro interior. Pero, ¿cómo se hace una meditación?

Técnica de la Meditación

La técnica de la meditación consta de varios pasos, a saber:

Postura del cuerpo físico: Una  posición cómoda, ya sea sentada en un cómodo asiento, o acostado, o en la posición de loto.

Relajamiento: Debe hacerse en las dimensiones física, emocional y mental. En el aspecto físico, el cuerpo físico debe relajarse totalmente. En lo emocional, debemos dejar de identificarnos con las emociones cotidianas de estrés, ira, euforia, angustia, depresión, pesimismo, etc. Como consecuencia de la relajación emocional, poco a poco nos empieza a invadir una gran sensación de paz. Finalmente, la mente terrenal con todos sus pensamientos desordenados, proyecciones, fantasías, voces, recuerdos, problemas, etc. debe aquietarse y quedar como la superficie de un lago en calma, dando paso a un estado más profundo en donde se empieza a manifestar la llamada “mente interior”.

Meditación: Luego del proceso de relajación, se entra propiamente en la etapa de la meditación, la cual puede tener varias modalidades. Entre ellas figuran la meditación contemplativa, con mantras, con oración, autocurativa, para encontrar la solución a un problema o para eliminar de nuestra psiquis algún trauma o vicio, entre otras formas de meditación.

El resultado

Lo que se experimenta en una meditación fundamentalmente es un estado de profunda armonía y paz, totalmente contrario al estrés, que poco a poco puede dar paso a estados superiores de conciencia.  Es en estos estados en los cuales podemos experimentar la magia de la meditación, estados de éxtasis que nos permiten penetrar místicamente en el seno de la gran realidad universal, y encontrar las respuestas a todas nuestras interrogantes e inquietudes íntimas, sanando nuestro cuerpo y nuestra alma.

Es por ello que la práctica de la meditación nos brinda múltiples beneficios como, por ejemplo, y para citar solo  algunos:

-Permite tener relajación física, emocional y mental.

-Baja el nivel de estrés, generando un gran ahorro de energía, lo que se traduce en salud y lucidez.

-Aumenta la capacidad de concentración (ideal para estudiantes y profesionales).

-Practicada diariamente, ayuda al manejo de la ansiedad.

-Ayuda a elevar los niveles de energía corporal y mental.

-Mantiene la mente abierta y receptiva, permitiéndonos aprovechar todo su potencial.

-Podemos autocurarnos.

-Nos permite realizar un psicoanálisis profundo para conocernos a nosotros mismos.

-Podemos alcanzar elevados estados de conciencia (paz, alegría, felicidad, liberación).

A las personas que deseen incursionar en estas prácticas, se les recomienda hacerlo bajo la guía de algún maestro o persona experimentada.

Colaboración escrita por Mario Introíni, matemático e ingeniero químico, que  lleva practicando estas técnicas por 25 años y hace 19 años que las enseña como instructor del Instituto Cultural Gnóstico. Para más información, pueden llamar al 787-610-4894 o 787-501-7626.