La Asociación Puertorriqueña de Diabetes (APD) informa sobre guías prácticas a los universitarios con diabetes para  que puedan tener control de  su condición y disfrutar un semestre exitoso.

El cambio de vida estudiantil de escuela superior a universidad es grande por la intensidad de los estudios, igualmente el ajuste a una nueva rutina y  vivienda.  Estos cambios pueden alterar el manejo y control de la diabetes en los estudiantes que padecen esta condición. Por tal razón, la Asociación Puertorriqueña de Diabetes ofrece las siguientes guías para que los pacientes con diabetes puedan manejar esta condición junto a los cambios de vida que exige la universidad.

Estas guías son parte de la prevención y el control de la diabetes para que los estudiantes con esta condición disfruten seguros, confiados y felices de esta etapa.

La vida estudiantil

Se recomienda al paciente con diabetes que no consuma alcohol, ya que la insulina o los medicamentos para la diabetes estimulan al páncreas a producir más insulina lo que puede causar un bajón de azúcar porque el hígado se concentra en eliminar el alcohol en la sangre en vez de regular la azúcar en la misma.

Si el paciente tiene episodios  de vómitos se recomienda que se le verifiquen las acetonas y que se lleve a emergencia inmediatamente.

Las horas de sueño  y hábitos alimenticios pueden alterarse con los estudios. Se recomienda mantener la rutina alimenticia y el monitoreo lo más posible, para evitar desfases entre la terapia y la alimentación.

Los estudios pueden exigir  muchas horas sentados por lo que se recomienda por lo menos 30 minutos de ejercicio al día.

En los dormitorios

Si el paciente  tiene que compartir camas de litera con un compañero o compañera de cuarto, recomendamos que escoja la cama de abajo para  mayor movilidad en caso de una emergencia o evitar una caída si tiene un bajón de azúcar.

Se recomienda  que el paciente tenga una neverita personal con sus insulinas, jugos y comidas para poder reaccionar rápidamente ante una subida o bajón de azúcar.

El paciente debe guardar  en un lugar accesible un suplido de insulinas, jeringuillas, glucómetros, lancetas y tirillas ante una emergencia.

El paciente deberá informarle  a su compañero o compañera de cuarto y a la persona encargada del dormitorio, sobre su condición para que esta pueda ayudar en cualquier emergencia.

El paciente debe tener  un papel visible y fijo en el cuarto con el nombre, teléfono y dirección del médico, personas de contacto, etc. para que  en caso de emergencia el compañero o compañera de cuarto pueda auxiliarlo.

Para las clases

Un paciente siempre  debe tener consigo una identificación que indique que tiene diabetes.

En el bulto o mochila  se debe incluir azúcar y los equipos necesarios para monitorear la azúcar en la sangre.

Las clases  se deben escoger dejando tiempo entre medio para poder hacer las meriendas y las comidas.

Se debe notificar  a los maestros sobre la condición pues en caso de un bajón o subida de azúcar, el paciente tiene el derecho a reponer una clase o examen.

Las universidades  por lo general tienen centros de salud, los cuales deben estar informados sobre los datos del paciente y su condición para que puedan atenderlo adecuadamente ante una emergencia.

De igual forma,  algunas universidades tienen una oficina de asistencia a estudiantes con necesidades especiales y esta debe tener la información del paciente. La diabetes es considerada por ley una incapacidad, con el propósito de preservar unos derechos básicos aunque esta condición no debe ser un obstáculo en la vida.

Existe un seguro de matrícula  que se recomienda comprar  para los pacientes que estudian en Estados Unidos. Este seguro cubre los costos de la matrícula en caso de que el paciente pierda el semestre por razones de salud.

El autor, José L. Álvarez Arraiza, es el presidente de la Asociación Puertorriqueña de  Diabetes (APD). Para mayor información, puedes comunicarte con la  Asociación Puertorriqueña de Diabetes al 787-729-2210, o1-800-281-0617.