Bien lo dice el refrán: “No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista”. Hoy por hoy, Rocío  Mercado puede dar fe de que estas palabras son muy ciertas, y es que luego de haber pasado meses en los que pensaba que el mundo se le caía encima,  pudo entender que todo pasa por alguna razón. 

Tras haber vivido por años lo que parecía ser un cuento de hadas, Rocío terminó una etapa de su vida con un trago amargo, pues a sólo días de darle el “sí” al que creyó que era el hombre de su vida y  con quien  pasaría el resto de sus días, recibió una llamada que le paralizó el alma y que, según ella cuenta, le rompió el corazón. Esa persona, a quien le había dedicado los últimos  siete años de su vida, le cambió los planes en un abrir  y cerrar de ojos. 

“Fue horrible, darle cara al mundo; pensé que estaba soñando y me preguntaba todos los días '¿qué le pudo haber pasado?'”, sentenció Rocío con una sonrisa tímida y con una fortaleza inmensa.  A la vez que agradecía a su familia por el gran apoyo que le había brindado, pues según ella, “ha sido clave para yo seguir adelante”. 

Si la pregunta es quién es Rocío, pues sepan que ella se describe como un ser libre, con mucho camino por recorrer y con un futuro prometedor en el que nadie es necesario para incrementar su felicidad. Es una persona que no busca respuestas,  mejor espera a que estas lleguen cuando Dios diga que es el momento. “Cuando me vienen a la mente recuerdos desagradables, miro todo a mi alrededor, respiro profundamente y digo: “El que no está, se lo perdió”,  añade Rocío riendo a carcajadas y con un brillo en sus ojos que demuestra que después de la tempestad llega la calma. 

Esta lola, quien se considera una mujer sensual no por llevar escote, ni minifalda, sino por su personalidad, destaca que lo que más le gusta de ella son sus ojos: “Creo que dicen mucho sin tener que decir ni una sola palabra”, dice Rocío y añade que no podría vivir sin su delineador de ojos: “Todos (los cosméticos) son importantes, pero un poco de  delineador es suficiente para que yo me sienta arreglada”.