La influenza es una enfermedad respiratoria contagiosa provocada por los virus de la influenza. Esta puede llegar a convertirse de leve a grave -dependiendo de cómo la persona se atienda- y puede provocar que la persona sea hospitalizada o hasta muera.

Las personas mayores y niños pequeños con ciertas afecciones tienen un alto riesgo de sufrir complicaciones graves por la influenza, por lo que la mejor manera de evitar contraer esta enfermedad es vacunándote todos los años.

La vacuna contra la influenza de la próxima temporada protegerá contra los más comunes de la temporada, los que incluyen la influenza A (H1N1), el H3N2 y uno o dos virus de la influenza B, según el tipo de vacuna.

Importante vacunarte

Como el primer y más importante paso para protegerte de la influenza, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que la vacuna sea administrada desde los seis meses de edad.

Pese a que existen muchos virus de Influenza diferentes, la vacuna contra la influenza estacional está diseñada para proteger contra los principales virus de ella, que según las investigaciones serán los causantes de la mayor cantidad de casos de esta condición durante la temporada. Las personas deberían vacunarse tan pronto como la vacuna contra la influenza esté disponible. Por ello, cada año, lo ideal es vacunarte antes de octubre para garantizar que la mayor cantidad de personas posible esté protegida antes de que comience la temporada de influenza.

Medidas de prevención

1. Evita el contacto directo con personas que estén enfermas. Si estás enfermo, manten la distancia con otras personas para evitar que ellos también se enfermen. 

2. Guarda reposo en tu hogar. Si es posible, permanece en tu casa, y evita hacer mandados cuando estés enfermo. Esto ayudará a evitar que los demás se enfermen también. 

3. Cúbrete la boca y la nariz con un pañuelo al toser o estornudar. Así podrás evitar que quienes se encuentren cerca de ti se contagien. 

4. Lávate las manos con frecuencia, para ayudar a protegerte contra los gérmenes. Si no tienes agua y jabón, utiliza un desinfectante para manos a base de alcohol. 

5. Evista tocarte los ojos, la nariz o la boca. Los gérmenes a menudo se diseminan cuando una persona toca algo que está contaminado con gérmenes y luego se toca los ojos, la nariz o la boca. 

6. Practica otros buenos hábitos de salud. Limpia y desinfecta las superficies de contacto más comunes en el hogar, en el trabajo o en la escuela, especialmente cuando alguien esté enfermo. Duerme bien, manténte activo físicamente, controla tu estrés, bebe mucho líquido y consume alimentos nutritivos.

Fuente: Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.