Vestidas y bien arregladas las actrices de Hollywood llegan hasta la alfombra de cualquier premiación a lucirse como verdaderas estrellas.

De allí emergen los artículos sobre “las mejores y peores vestidas” y también el más reciente caso de “rebelión” y reivindicación de género de Jenniffer Aniston, que tuvo lugar en los Screen Actors Guild Awards (SAG), celebrados la noche del domingo.

Justo cuando hablaban del arreglo de la protagonista de Cake, papel que le ha valido una nominación como mejor actriz, la presentadora de E!, María Monounos, le preguntó a Aniston si quería mostrar sus joyas en la ‘Mani Cam’ o especie de caja rara donde pueden mostrar la perfección de sus uñas y accesorios. De hecho, fue el mismo canal de entretenimiento que se la inventó en el 2012 para este tipo de eventos.

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Pero Aniston dijo “No, no thank you”, para luego, entre risas, hacer como si estuviera azontando al aire con un látigo.

Las críticas a la entrevistadora no se quedaron allí y algunas como Julianne Moore y Reese Witherspoon se sumaron a la protesta cuando fueron abordadas a hacer el dichoso ‘mani cam’.

Pero este tipo de boicot que reclama la necesidad de preguntarles a las mujeres sobre asuntos más sustanciales que el maquillaje y el cabello (asuntos irrelevantes cuando sus colegas hombres son los entrevistados), se viene dando hace un tiempo atrás.

El año pasado, Cate Blanchette le contestaba la petición con una pregunta audaz: “Do you do that to the guys” (“Tú le haces eso a los hombres”). Mientras que una de las estelares de la serie Mad Men, Elisabeth Moss, dejó saber su opinión y justo cuando la ‘Mani Cam’ entraba en acción ella aprovechaba para sacarle dedo del corazón.