No se puede negar que la medicina moderna está cada día más adelantada y que, gracias a ello, los males de salud son cada vez más fáciles de eliminar.

No obstante, existen unos tratamientos que, aunque antiguos, suelen ser igual o más efectivos que los modernos. Son los llamados tratamientos de las abuelitas, aquellos que se conseguían al salir al patio de la casa, convirtiéndolos todos en un té.

Apoyando  el dicho de que lo bueno no se cambia, sino que se mejora y se mantiene, fuentes expertas reseñaron  algunas de las plantas más utilizadas para los remedios caseros.

En las siguientes líneas, te presentamos tres de las más populares.

Menta- Esta planta ayuda a la digestión, actúa contra los refriados y hasta para alivia la irritación de la garganta. Su poder curativo lo obtiene del mentol, el cual, entre otras cosas, relaja los músculos del área intestinal y aumenta el flujo de la bilis, lo que ayuda a que el cuerpo digiera las grasas con mayor eficacia. Además, una taza de té de menta actúa como un perfecto descongestionante seguro y natural.

Toronjil- El toronjil pertenece a la familia de la menta, lo que lo convierte en un tranquilizante natural ligero y efectivo. Además de ser maravilloso como aliado digestivo, los científicos han identificado en esta planta varios componentes capaces de bloquear el virus 1 del herpes, que llega a ser el causante más común de aftas y quemaduras labiales.

Camomila- Debido a su olor a manzana, las flores de la camomila se han utilizado desde hace mucho tiempo para aliviar los cólicos.La misma es perfecta para quienes sufren de inflamación y espasmos gastrointestinales. Estudios científicos han demostrado que la Camomila es tan efectiva como la hidrocortizona de baja potencia, pero sin los efectos colaterales de esta.