Cuando vamos por ahí de window shopping y entramos en esas gloriosas tiendas de telas y efectos para tapizar, muchas veces, y no lo niegues, quisieras llevártelas todas para la casa. “Ya luego tendré el break de ubicarlas o mirar dónde las uso”, me imagino que te comentas.

Pero, ahora piensa en todo el desorden y acumulación de polvo que tendrías en tu casa si un día llegas con todas esas yardas hermosas. Además, el mayor inconveniente es que luego  que tienes decenas  de tejidos con diseños  preciosos, te llega  la iluminación del más allá y sólo ahí, después de la inversión, te das cuenta de que  ninguna va  con el estilo de ambientación que predomina en tu estancia.

De hecho, conozco una Lola que luego de comprar como siete yardas de un patrón geométrico en colores tierras, acorde con las tonalidades de  su casa, se dio cuenta de que el juego de sillas de comedor, forradas de arriba abajo en microfibra crema, cargarían  el espacio limitado. Y ése no era el cambio que había soñado para su hogar.

Así que, por el momento, nuestra Lola se ha resignado con guardar su estampado y  usarlo solamente para revivir unas sillas clásicas en la parte del asiento. 

Para evitar que este caso se repita en las miles de Lolas que les encanta decorar y mantener su casa al día, entrevisté a Joemi Burgos, diseñadora de interiores, quien destacó la importancia de, primeramente, saber dónde y para qué utilizarás el pedazo de tela. Una vez sepas esto, podrás decidir el grado de resistencia y mantenimiento de la tela.

Por otra parte, si tienes un menor en la casa y viste un rollo con prints de carritos y motoras y, simplemente estás que alucinas con verla como comforter en su cama, mejor vuelve a pensarlo.

Los estampados usualmente quedan bien para resaltar detalles. Si a esto le añades que tu niño crecerá y así como hoy es amante de la película de Cars, mañana puede que le encante Star Wars, no conviene invertir un gran presupuesto. Una alternativa sería utilizar el estampado como corniza, como un paño puntual en el juego de cortinas, para forrar el asiento de su silla o, simplemente, en una serie de cojines.

Así que ya lo sabes, primero observa tu área, considera un tipo de  diseño  y, finalmente, determina para qué utilizarás las telas. ¡Se acabaron las excusas para comprar a ciegas!

Combinaciones en tu hogar 

Para una decoración acogedora intenta los diseños florales  y orgánicos; si la ambientación es art déco busca  los patrones geométricos; si te consideras minimalista huye de los “prints”; y para un detalle vanguardista verifica las telas tornasoles o con cristales “swarovski”. Para los peques, busca tejidos que reflejen sus gustos pero que a la vez sean atemporales. Invierte sabiamente.