Comenzó el semestre. 

Ahora sí, de vuelta a la rutina; madrugar, llevar niños a la escuela, hacer tareas, preparar la cena, adelantar los quehaceres del hogar... pero,  ¿cómo lo haces? No te abrumes. Aquí te damos una guía esencial para lograr ese balance tan deseado mientras cumples con todas las responsabilidades sin fallar en el intento. 

De 9:00 a.m. a  5:00 p.m.

- En el ambiente  laboral trata de armonizar metas empresariales con los retos que impone tener una familia. Sabemos que es todo un reto, pero ¡puedes hacerlo! Para que esto ocurra, lo ideal es  plantear la inquietudes en tu centro de trabajo. Es la manera en la que se han logrado avances en el campo laboral  como el horario flexible y los centros de cuido.  

- Ordena el día de trabajo en  base a las prioridades. Procura cumplir con lo más importante primero. Hacerlo te provocará una sensación positiva que sirve de gasolina para emprender lo siguiente. 

- Al momento de establecer tu agenda   del día,    divide el tiempo tomando en cuenta los imprevistos. No se trata de ceder a cualquier distracción, sino de entender que a veces, debido a un tapón o una llamada urgente, tendrás que modificar tu día. 

- Establece metas   claras y organiza tu tiempo en función de cumplirlas. 

- Evita distraerte con el correo electrónico, el teléfono o las redes sociales. Separa un tiempo para revisar estos medios luego de terminar tareas importantes del día.

¡Esa familia tuya!

- Cuida tus relaciones,   esto incluye no solamente pasar tiempo con las personas que quieres, sino buscar conectar con ellos en lugar de estar pendiente a los aparatos electrónicos. Si llevas a tus hijos a comer a un restaurante, saca el tiempo para conversar con ellos en lugar de darles una tableta o dvd para entretenerse. 

- Aprende a desconectarte, apaga la computadora, olvida el trabajo y el teléfono durante al menos un rato todos los días o un día durante el fin de semana. Utiliza ese tiempo para disfrutar de las actividades que más te gustan o para compartir con tu familia. 

- Busca  redes de apoyo entre familiares y amistades. Asimismo, aprende a ser realista y flexible para entender que no  siempre será posible alcanzar la perfección en todas las áreas. En otras palabras, a veces habrá que elegir entre llevar a los niños al cine o limpiar la casa. 

- Identifica tus valores, qué es lo más importante para tí y de qué te da mayor satisfacción. No significa que lo demás no tenga valor, pero tenerlo claro te ayudará a sentirte satisfecha con la forma en que usas tu tiempo. Por ejemplo: sobresalir entre mis compañeros, pasar tiempo con tus hijos, atender mi relación de pareja, comenzar a estudiar en las noches. ¡Decídete!

Amorcito corazón

- Detecta la rutina y la falta de mostrar afecto. Estas pueden ser nefastas para una relación. Así como ponemos empeño por destacarnos en el trabajo, en los quehaceres domésticos y hasta en limpiar el auto, también debemos tener claro que el éxito de un matrimonio o una convivencia requiere de una dedicación constante. 

- No importa que tengas jornadas extenuantes de trabajo, hijos, rutinas de ejercicios y mil y un quehaceres que saturan tu agenda diaria, siempre es necesario sacar un tiempo para tener encuentros íntimos con tu pareja.

- Para gozar la intimidad   al máximo, es preciso nutrir la seducción, tener buena comunicación, confianza y  respeto. Estos elementos intensificarán la pasión. 

- La intimidad y la sexualidad   deben tener un espacio de tiempo y un espacio en el plan de vida de la pareja. Ese tiempo debe ser prime time para ambos.

- De igual manera, el espacio debe ser variado, así como las estrategias utilizadas para hacer el amor. De esta forma se podría evitar la monotonía. 

- Las relaciones sexuales deben enfrentarse con cierto grado de aventura, tratando de ser creativos e innovadores, es decir, tratar cosas diferentes, aunque estas sean sencillas. Algo así como cambiar el ambiente, la hora del día, tratar distintas estrategias para provocar y disfrutar del placer y la satisfacción.


Fuente: Archivo