Llega el amor a la vida de la persona y grandes ilusiones se despiertan, más aún cuando se ha pasado mucho tiempo solo, luego de varias desilusiones o cuando al estar sin pareja, se ha acostumbrado a hacer las cosas de forma independiente.

Cuando se revive el amor, en algunas ocasiones, las personas piensan que ahora será diferente, que no debe ser una relación muy larga porque ya no se tiene 20 años y que la madurez junto con las experiencias previas no lo pueden llevar a equivocarse.

Surgen en esta etapa de la vida los encuentros con ex novios de la escuela o como se les suele llamar “el encuentro con el amor de mi vida”. Se llega a pensar que como es una persona conocida, el tiempo se paralizó y se trata de retomar las experiencias, claro está, las positivas.

Puede darse el que por el contrario se justifique la rápida entrega a la relación con el pensar que las vivencias dolorosas han hecho que la persona cambie para bien.

Hay personas en esta etapa de la vida que se enamoran de lo que pudo haber sido y no fue.

En una etapa de desarrollo del ser humano donde ya ha comenzado la adultez madura, donde a nivel laboral se ha logrado cumplir con las metas trazadas, el tener un compañero de vida forma parte de lo que la persona soltera anhela.

Se entiende que no solo el hecho de amar y sentirse amado es importante, se le da gran peso a la felicidad de compartir, apoyarse y ser feliz.

En ocasiones cuando la persona pasa los 40 años pudiese amar y permitir conductas que no las  hubiese tolerado en otro momento de su vida. Con ansias de mantener una relación sólida no solo se permite, sino que se justifican las acciones y se dan segundas, terceras y hasta cuartas oportunidades de cambio.

En esta etapa de la vida si se vuelve  a enamorar se debe tener en cuenta:

•    La importancia de conocer a la persona con detenimiento o de conocer en quién se ha convertido la persona con el paso de los años.

•    Estar bien consiente de lo que se quiere y de lo que no se quiere de una relación. La mayor parte de las personas saben las cualidades que debe tener su pareja pero no se sientan a pensar las cosas que no están dispuestas a permitir en la misma.

•    No tomar decisiones a la ligera tales como mudarse de país, irse a vivir con la persona o matrimonio hasta que la relación este más madura y estable.

•    No involucre a sus hijos y familia hasta que la relación se vea que tiene futuro. En ocasiones la emoción del enamoramiento hace que se quiera compartir todo y todo el tiempo. Considere que si no funciona, terceras personas sufrirán la ruptura o las expondrá a varias parejas.

•    Fomente la comunicación, es la mejor forma de conocer a alguien y conectarse.

•    El refrán de dos personas iguales se aburrirían en una relación de pareja es una falacia. Dos personas iguales posiblemente compartan cosas en común y disfruten de una relación saludable y dos personas diferentes podrían crear un balance y a su vez ser felices.

•    La amistad, la compasión y la intimidades son piezas claves de toda relación de pareja, si una de ellas no está esa unión estará débil.

•    Recuerde que no se ama en un mes, ese período es de infatuación. El amor es algo que se construye con experiencias de vida.

•    No abandone sus amistades, creencias y pasatiempos por dedicarse solo a amar y ser amado. Tenga una relación madura donde impere la confianza y el respeto a la individualidad.

•    No comparar pasadas relaciones con la actual, ni en cosas positivas y menos en cosas negativas. Viva esta experiencia como única para que tenga la oportunidad de conocer las fortalezas y las debilidades de la persona.

Cuando en esta otra vuelta de la vida se da la oportunidad a la llegada del amor hágalo de forma racional y consiente. Evalúe lo que lo llevo a tomar malas decisiones en la selección de parejas en el pasado. En el amor no se tiene mala suerte, se escoge de manera errónea.

Como es de libre selección el enamorarse tómese tiempo, valórese para que encuentre a una persona que lo ame como a usted le gusta que lo amen.

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