Todos en algún momento hemos pasado por la dura experiencia de perder a un ser querido, sea por vejez, por enfermedad o por cualquier causa inesperada, la ausencia de este familiar hace que afloren sentimientos de llanto profunda tristeza y desolación. En ocasiones el dolor que se siente no nos permite hablar con los niños de lo acontecido provocando en ellos incertidumbre ya que no entienden lo que pasó y ven a sus seres queridos llorando y desolados.

Es importante que sea honesto y una vez pueda manejar su estado emocional hable con el menor sobre lo acontecido en un ambiente de confianza. Es importante que el niño entienda que no hay manera correcta o incorrecta de actuar en un momento como este por lo que si no siente ganas de llorar no debe sentirse culpable. Puede compartir sus creencias espirituales en este momento.

Aunque pensemos que un niño de corta edad (5 ó 6 años) no se da cuenta de lo que está sucediendo esto no es correcto, los niños sienten tristeza por la pérdida  pero piensan que es un proceso reversible, o sea, que la persona puede volver. Debemos explicarle el acontecimiento de forma correcta, explicaciones concretas como lo podría ser, que “el cuerpo dejo de funcionar” porque era viejito, entre otros ejemplos. Si utilizamos palabras como "se nos ha ido" pueden pensar que va a volver en algún momento al igual si le decimos "esta en un largo sueño" podrá desarrollar miedo a que él u otro miembro de su familia se acuesten a dormir y no despierten. Responda sus preguntas de forma sencilla y si siente deseos de llorar no debe contenerse ya que es importante sacar la tristeza, lo que estimula al menor a expresar sus sentimientos y no esconderlos.  Mantener el control es vital para que el niño no se asuste o se preocupe por usted. Se deben evitar gritos, sollozos ó cuestionarle a Dios entre otras conductas frente al menor. Si entiende que no está listo para dar la noticia pídale a un familiar o amigo cercano con el cual el niño se sienta cómodo que le dé la noticia. No debemos mentirle ni esconder el evento.

Cuando hablamos de niños mayores (7 a los 10 años) se entiende que poseen mayor capacidad para entender que es un proceso irreversible pero a su vez sienten miedo al ver lo cerca que puede estar de cada persona la realidad de la muerte. Responda sus preguntas de forma precisa, nuevamente siendo honesto y explicando lo sucedido a la vez que lo tranquiliza. Luego de eventos de pérdida de algún ser querido los niños entre estas edades podrían experimentar miedo a la muerte de sus padres o de ellos. En muchas ocasiones vemos que se tornan tristes y pensativos o sobre preocupados por asuntos de seguridad o salud. Si se dá esta situación háblele, puede decirle que todos están saludables en el hogar y que toman las medidas para protegerse y que no les suceda nada.

Ciertos puntos son de suma importancia al momento de manejar el duelo:

1. Espere un poco que su dolor merme para dar la noticia al niño, de entender que no puede.

2. Trasmítele seguridad al niño, si tienes que llorar junto a él, hazlo pero fomentando el que es normal llorar para sentirse mejor.

3. Sumamente importante no imponerle al niño ir a los actos fúnebres ni al entierro, no importa quién sea el fallecido. En estos lugares se ven en ocasiones emociones muy intensas que podrían marcarlos emocionalmente.

4. Dele la oportunidad de que exprese lo que siente, no le diga que no llore o “tienes que ser fuerte por tus hermanos” por ejemplo.

5. La familia debe volver a la rutina una vez terminados los procesos. Esto es de suma importancia para el restablecimiento del niño.

6. Hable a los maestros sobre el suceso familiar, de esta manera podrá ser más comprensivos y ver conductas que sean señales de alerta de posible depresión.

7. Los niños se expresan atreves de cambios en sus conductas habituales, pueden dejar de jugar, se tornan irritables o ensimismados entre otras cosas. De observar este tipo de cambio hable con el menor y busque de ayuda profesional para el menor.

De necesitar consultar algo con la Dra. Marín puede hacerlo vía email imarinespiet@gmail.com

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