Diariamente los padres nos encontramos envueltos en situaciones con nuestros niños que aunque pequeñas, sino las trabajamos pueden convertirse en grandes problemas.

¿Cuáles son algunas de esas situaciones y cómo podemos manejarlas asertivamente?

Hacer las tareas escolares

Definitivamente este es uno de los momentos que más crisis provoca en el hogar. Todos llegan cansados, los niños desde las siete hasta quizás las cinco, entre la escuela y tutorías. Los padres después de un largo día de trabajo a cocinar y algunas veces continuar con algo del trabajo. ¿Quién tiene paciencia o buena actitud para hacer tareas?

Recomendación: Cuando llegue a la casa dele a su hijo un tiempo libre de aproximadamente media hora para que se quite el uniforme, se relaje y luego, en un lugar libre de distractores siéntese con su hijo a terminar las tareas o repasar para un examen. Establezca un tiempo, ni usted ni su hijo podrán estudiar después de cierta hora por el cansancio y lo que harán será discutir.

El niño debe saber que mientras más rápido y eficiente sea su desempeño podrá tener tiempo de ocio antes de ir a dormir.

El momento de irse a la cama

Establecer un horario para dormir es vital para crear estructura en el menor y para que se muestre alerta y motivado al otro día.

Se ha encontrado que la falta de sueño interfiere significativamente con el desempeño del ser humano. Para niños pequeños las 8:00 p.m. es una hora apropiada y para jóvenes de nivel intermedio las 9:30 es recomendable.

Su niño debe saber que esa es la hora establecida de domingo a jueves. Si se es consistente en cumplir con el horario aunque el niño tratara de quedarse hasta más tarde conoce las reglas por lo que accederá con mayor rapidez a la solicitud de los padres. Los fines de semana se puede ser más flexible con el horario.

Peleas entre hermanos

Las peleas entre hermanos es algo común y nada tienen que ver con falta de afecto entre ellos. Viendo el punto positivo de este problema, es una forma en que el niño aprenderá a resolver problemas, siempre y cuando los padres intervengan de forma correcta. Primeramente no debe convertirse en el juez ya que creará descontento en uno de los hijos y es difícil ser justo cuando no hemos estado en el evento. Sea enfático que la agresión física no es permitida en el hogar. Puede indicarles que si no resuelven su diferencia en un tiempo determinado, los dos recibirán la misma reprimenda. Esto ayudará a sus hijos a negociar y evitar discutir ya que los dos recibirán lo mismo, sea consistente.

Obsesión por el teléfono

Lamentablemente un objeto tan útil se ha convertido en un gran problema en los hogares. Hemos creado una dependencia maligna con este aparato y nuestros hijos también. Además de ser un medio de comunicación se usa como cuidador, para ver TV, enviar mensajes, videojuegos, entre otros usos.

El uso no es el problema, el problema es el abuso del uso. Cada día son más y más los padres que reportan que su hijo no deja el teléfono.

Recomendación: Establezca límites, como por ejemplo, que no se use el celular al momento de comer (ni adultos ni los niños), se dará un tiempo para ser usado durante la semana y antes de dormir puede dejarse en una cesta en la cocina o en otro lugar asignado. En paseos largos se puede utilizar por un tiempo pero también se debe guardar para dialogar y disfrutar de lo que vemos. Los fines de semana también deben establecer límites de uso.

El uso desmedido puede crear adicciones. También es importante recalcar que debe estar muy al pendiente de lo que su hijo accede en su teléfono móvil y poner los controles parentales necesarios. Establezca un horario por ejemplo, de tal hora a tal hora.

El momento de comer

El que un niño coma y este robusto es sinónimo para muchos de salud y no necesariamente es así. El momento de la comida puede ser trágico cuando el niño no quiere comer y los padres empiezan a hacerle el avioncito, cuando esto no funciona llegan los gritos, las amenazas y los castigos. El momento de la comida debe ser sinónimo de tranquilidad y de disfrute, si su hijo no quiere comer no lo obligue, háblele de la importancia de comer balanceadamente en un lenguaje que él pueda entenderle y más tarde le puede dar una merienda saludable. Si usted nota que es una conducta persistente consulte a su pediatra para descartar algún problema fisiológico. Los adultos en ocasiones no tenemos hambres y los niños de igual manera. El tener un horario para cenar ayuda mucho además de no darle jugos u otros alimentos poco antes de la hora de comer.

La hora de bañarse

Otro pequeño gran motivo de disputas en el hogar es la hora del baño. Al igual que con la mayoría de las actividades en el hogar el establecer una rutina y un horario es de mucha ayuda. Trate de cumplir con dichos horarios. Cuando llegue el momento de bañarse trate de no gritar desde el otro extremo de la casa: "Fulanito báñate". Acérquese a su hijo dígalo mirándolo e incluso lo puede acompañar a el cuarto de baño. En ocasiones los niños están cansados de la rutina diaria y un poco de ayuda que acelere el proceso podría resultar beneficioso, claro está, fomentando siempre la independencia.

Son muchas las situaciones que día a día se dan en los hogares y podrían convertirse en problemas si no las trabajamos de manera pacífica y asertiva. Las tareas del hogar, el aseo personal y otro tipo de actividades pueden ser escritas y pegadas en un área de la casa como forma de recordatorio.

Disfrute de su hijo una vez llegue a su hogar logrando que el mismo se adapte a un estilo de vida donde se fomente el diálogo y la sana convivencia.

Si desea consultar sobre el tema con la Dra. Marín puede hacerlo vía email imarinespiet@gmail.com
Para citas en su oficina localizada en San Juan puede comunicarse al (787)222-4999.