Fobia en niños y adultos

Todos en algún momento de nuestras vidas hemos sentido miedo, no importa la edad ni el género es una emoción que surge como reacción a una situación peligrosa. Podemos sentir miedo cuando nos enfrentamos a un perro de gran tamaño, por ejemplo, y tomamos las precauciones de no acercarnos para protegernos de una mordida. Otro caso similar es sentir miedo al cruzar una calle de alto nivel vehicular porque pensamos que un auto podría atropellarnos. Con estos dos ejemplos vemos que el miedo nos lleva a una respuesta de alerta, de precaución ante un evento que podría ser peligroso, llevándonos a huir, a defendernos o a evitarlo.

El miedo es una Respuesta a una situación real que es interpretada por la persona como peligrosa pero no es incapacitante ni llega a ocasionarle problemas en su diario vivir. Escuchamos diariamente personas que dicen " le tengo fobia a los lagartijos", "le tengo fobia a los aviones" y no necesariamente el término está bien utilizado. Se le puede tener miedo a montarse en un avión por tener conocimiento de la posibilidad (aunque no frecuente) de un accidente aéreo pero manejando los pensamientos la persona aunque asustada se monta en el avión. Cuando una persona siente miedo puede experimentar que su pulso se acelera, nerviosismo, tensión muscular entre otros síntomas físico, pero una vez racionaliza o actúa el miedo desaparece.

Cuando hablamos de fobia nos referimos a un trastorno que genera un miedo o ansiedad intensa e, incapacitante al grado de afectar su relación en todo su entorno, (familia, trabajo, amigos) ante un objeto o situación específica. La persona que padece de una fobia el solo pensar en ver en algún momento el estimulo le produce la fobia comienza a experimentar síntomas físicos. La persona evita o se resiste activamente con miedo o ansiedad intensa a la exposición. Es importante saber que el miedo que siente la persona es totalmente desproporcionado al peligro real que el objeto o la situación podría proporcionar.

El Manual de Diagnostico y Tratamiento (DSM-V, por sus siglas en inglés), refiere que si por un periodo de seis meses o más la persona experimenta estos síntomas se considera el diagnostico de fobia. Algunas de las fobias más comunes lo son: la aracnofobia o miedo a las arañas, la claustrofobia o miedo a estar en lugares cerrados, acrofobia o miedo a las alturas. Otro tipo de fobia que lamentablemente se está dando con mayor frecuencia en la actualidad dado la alta incidencia de esta enfermedad lo es la carcinofobia o miedo a contraer cáncer.

Cuando una persona se encuentra  en una posición donde la fobia se apodera de sus pensamientos y su conducta no solo se afecta su entorno, sino también su calidad de vida. Dado a que el que lo padece trata de anticipar el poder sentirse mal comienza a privarse de experiencias que de otra forma podría disfrutar, de éxitos profesionales que pudiese obtener o de relaciones que podría comenzar.

El fóbico no solo se expone a la privación de experiencias, se expone a su vez a las criticas y/o burlas de los que lo rodean ya que se les hace difícil pensar que alguien actué de forma irracional ante algo que no lo amerita.

¿Qué causa las fobias?

Generalmente no hay una causal concreta que pueda indicarnos cuál es la causa exacta de las fobias. Las fobias simples pueden comenzar a desarrollarse en la infancia luego de experiencias traumáticas para el niño. Otro causal lo es el modelaje, si los padres o algún miembro cercano al niño padece de fobia o experimenta miedo a determinado objeto o circunstancia las probabilidades que el menor comience a experimentar lo mismo son altas.

La sobreprotección a su vez puede llevar a los niños a crecer inseguros y desarrollar temores irracionales o desproporcionados. Resulta importante recalcar que los niños nacen sin miedo y que los padres, si quererlo, producen con sus conductas fomentar el que el menor comience a ser miedosos o llegar a tener fobia. Dentro de las fobias más comunes en los niños se encuentran a las agujas, al dentista, al médico, a los payasos y/o personas disfrazadas, entre otras.

Como puedo ayudar a mi hijo:

o   No importa lo insignificante que le parezca, reconozca que el pavor que su hijo siente es real.

o   No minimice la fobia de su hijo con frases tales "ya tu estas bastante grande para esto" o " tus amigos van a decir que no eres valiente", entre otras frases. Esto no ayudara en que la fobia desaparezca, al contrario hará que se unan sentimientos de culpa o inadecuación por sentirse como se siente.

o   El evitar a toda costa exponer a su hijo al estimulo no es la mejor manera de que lo enfrente al igual que exponerlo de forma drástica. Hable con su hijo sobre a lo que le teme, posterior a el dialogo puede utilizar cuentos o laminas para ir acercándolo de forma gradual. Una vez el niño conozca sobre lo que le causa miedo o fobia, lo haya escuchado y haya visto que usted lo protegerá, podría desaparecer.

o   Nunca debemos utilizar amenazas como "si te alejas de mama te llevara el viejo del saco" u otro tipo de frases parecidas.

o   Enséñele estrategias de manejo si usted no está a su lado tales como que piense lo que han hablado, ir junto a un adulto y técnicas de respiración para relajarse.

o   Si la fobia persiste, si ve que el niño no presenta mejoría y que las manifestaciones físicas y conductuales cada día son mayores, busque ayuda profesional. La de sensibilización sistemática es una de las técnicas que se utilizan para manejar las fobias (acercamiento gradual supervisado por un profesional de la conducta). En ocasiones cuando la ansiedad llega a tener niveles muy altos se podría recomendar evaluación por parte del psiquiatra para auscultar la necesidad de tratamiento farmacológico.

El sentir miedo en ocasiones es normal, es una reacción que nos lleva a protegernos. El sentir fobia es doloroso para el que lo padece, sea un niño, un joven o un adulto. No le restes importancia, busca alternativas.

No hay razones para ser infeliz si hay alternativas para ser feliz, no hay que esperar a una crisis emocional para buscar ayuda. No permitas que un miedo desproporcionado controle tu vida o la de tus seres queridos.

Si desea coordinar una cita con la Dra. Ingrid Marín Espiet, en su oficina localizada en el área metropolitana puede comunicarse al (787)222-4999.

Para consultas sobre este tema puede hacerlo vía email: imarinespiet@gmail.com