El  20 de septiembre, hace un mes exactamente, la fuerza del huracán María sacudió a Puerto Rico. Ninguno de nosotros estaba preparado para una catástrofe como la que vivimos y continuamos  viviendo hasta el día de hoy.

Muy a pesar de los estragos del huracán, el pueblo se unió antes, durante y después de la tormenta. Las familias alojaron amigos y familiares en apoyo. Sistemas de familia compuestos por cuatro miembros (por decir un número), acostumbrados a una vida rutinaria, repentinamente se encontraron o se encuentran aun cohabitando con diez personas. Primos, amigos, padres y hasta vecinos transitan por la casa día tras día esperando que lleguen a sus hogares los servicios básicos.

Pero... ¿Que se da en esta convivencia?

En estos días he visto en mi práctica hijos que han discutido con sus padres o hermanos que han decido marcharse por diferencias. Los adolescentes se sienten que han perdido su espacio en el hogar y las parejas la intimidad. Vecinos han discutido porqué quizás opinan y hay malestar. En fin, al haber pasado largos días de carencias, muchas familias se sienten agobiadas y en ocasiones la hostilidad permea en el hogar. Ya los juegos de mesa, el domino y hasta las tertulias aburren un poco, al igual que otras actividades.

Si te sientes familiarizado con esto debes saber que lo que estás viviendo, aunque no es para nada saludable, sucede y amenaza con la paz y la armonía que debe haber en la familia y la comunidad.

¿Por qué sucede esto?

-Los estresores del día a día provocan altos niveles de ansiedad y la persona puede tornarse susceptible o irritable. El hacer largas filas, el tráfico, entre otras desavenencias, hace que la persona llegue "cargada" a su hogar y puede ser que sobre reaccione a cualquier evento.

-La pérdida de la privacidad, tanto en adultos como en jóvenes comienza a pasar cuentas. Llega el momento que el no poder estar en su habitación o el que la sala este llena todo el tiempo hace que la persona se sienta incomoda. Esto no significa que no se es humano o sensible, toda persona necesita en ocasiones disfrutar de su especio vital, del silencio y de estar solos.

-Falta de consideración o ayuda por parte de algunos de los que habitan en la casa puede provocar que los ánimos se vayan caldeando. 

-Sobre carga de trabajo y de gastos ya sea por el diésel, el gas, la compra, genera tensión. Cuando esto sucede, en muchas ocasiones la persona se queda callada aunque molesta y explota ante cualquier situación por pequeña que sea.

En fin son muchos los cambios a los que nos enfrentamos que hacen que las relaciones con otros en lugar de ser más estrechas se distancien.

 Recomendaciones:

1.      No evalúe a los demás, evalúese usted y sepa cuáles son sus límites.

2.      Si no se siente bien por alguna situación, busque el momento idóneo para hablar, sin coraje y de forma asertiva.

3.      Distribuya las tareas del hogar, por escrito. 

4.      Dese un tiempo fuera, busque distraerse. Ya hay algunas opciones en centros comerciales que lo pueden ayudar a cambiar el tema de María.

5.      Si entiende que necesita retomar la tranquilidad o privacidad. Háblelo con amabilidad, no mande mensajes o señales de humo para que los otros infieran que deben irse. Esto hará que hayan malos entendidos.

6.      En algunos momentos es bueno quedarse en la casa si los temas que se hablan en su comunidad le generan coraje, tensión o ansiedad.

7.      Si esta malhumorado, distancia momentáneamente es la mejor recomendación. De esta forma no actuara con coraje y no se arrepentirá de nada.

8.      Recuerde que esto es PASAJERO. Debemos ser pacientes, aunque sabemos que el ambiente no lo propicia. 

9.      Si se siente muy cargado busque ayuda profesional.

Lamentablemente la familia se está afectando como parte de los estragos de este huracán. Sea empático con los demás y con usted mismo. Esto pasará, pero la unión familiar debe mantenerse al igual que los amigos y vecinos.

Si desea coordinar una cita con la Dra. Ingrid Marín Espiet en su oficina localizada en el área metropolitana puede comunicarse al 787-222-4999

Para consultas sobre este tema puede hacerlo vía email: imarinespiet@gmail.com