Ser paciente no es un don
El tener paciencia no es algo que llega como por arte de magia, es algo que se desarrolla precisamente con los altibajos que nos trae la vida.
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¿Cuántas veces decimos en voz alta: “Señor, dame paciencia”? Es un dicho que repetimos cuando las cosas no nos salen bien o cuando alguien a nuestro alrededor nos quita “la paz” por algún comentario o conducta.
La paciencia se define como la capacidad de atravesar o tolerar determinada situación sin perder la calma o sin alterarse.
El tener paciencia no es algo que llega como por arte de magia, es algo que se desarrolla precisamente con los altibajos que nos trae la vida.
La paciencia no es un don, es una cualidad que debemos desarrollar y practicar con todas las situaciones y/o personas que nos rodean.
Si no se es paciente con los niños se podría llegar a conductas de maltrato físico y/o emocional, con nuestra pareja debemos practicar el ser pacientes y negociar las cosas que consideramos son de apoyo en el diario vivir. En la etapa de nuestras vidas que llega el cuidado de nuestros padres debemos ser pacientes y entender que algunas de sus conductas son producto de la edad o condiciones de salud. En el trabajo, en la carretera, la paciencia debe ser nuestro aliado, ya que si la perdemos nuestras vidas pueden llegar personas con menos paciencia que nos podrían hacer daño o hacernos pasar un mal rato.
En resumen el desarrollo de tolerancia/paciencia, hace de nuestra vida una más tranquila y plena.
La persona paciente:
El ser paciente no es sinónimo de ser conformista. La paciencia tiene sus límites y cuando se sobrepasan la asertividad debe imperar.
Si una persona practica la paciencia en lo cotidiano, al llegar momentos difíciles se le hará más fácil ser paciente.
La impaciencia trae ansiedad al igual que la ansiedad trae impaciencia.
Como mencioné, esta cualidad no viene necesariamente en nuestra caja de herramientas, la paciencia se desarrolla y podemos entrenarnos para ello.
Para llegar a ser una persona paciente:
La paciencia nos lleva a estar en paz con nosotros mismos, a establecer relaciones saludables y ser felices.
Suma a tu vida y no restes, suma paz, suma paciencia y resta enojos. Verás como con esta actitud sobrellevar los momentos difíciles será menos agobiante.
Si deseas coordinar una cita con la Dra. Ingrid C. Marín Espiet, Psicologa Clínica puedes comunicarte al (787) 222-4999 o a su email: imarinespiet@gmail.com
Psicóloga clínica licenciada, conferenciante, recurso para medios de comunicación escrita, radial y televisiva. Experiencia como profesora universitaria. Práctica privada con 18 años de experiencia clínica en el área de salud mental ofeciendo servicios de psicoterapia a adultos, niños, adolescentes, parejas y comunidad LGBTT. Experiencia en preparación mental de atletas.
Natural del pueblo de Arecibo, egresada de la Universidad Carlos Albizu Miranda, Recinto de San Juan.
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