El mundo en que hoy vivimos nos expone a un sin número de herramientas tecnológicas de gran ayuda. El internet nos permite ver y conocer cosas que jamás hubiésemos imaginado. Los sitios sociales en la web nos permiten reencontrarnos con compañeros de escuela y con familiares distanciados desde donde quiera que nos encontremos. En la oficina del médico, en la fila del banco y hasta en los restaurantes vemos a tantos niños pequeños como envejecidos; ensimismados en el celular e inmersos en la tecnología. Perderse buscando una dirección es cosa del pasado, ahora se hace con un "location pin" o escribiendo la dirección, y el detenerse parar a preguntar por direcciones en el puesto de gasolina solo sucede si "no tenemos señal".

Definitivamente los beneficios que trae tanto adelanto tecnológico nos facilita muchos aspectos del diario vivir, pero esto nos enajena sin darnos cuenta.

Son muchos los padres preocupados por el exceso del uso del celular y otros artefactos electrónicos por parte de sus hijos. Por otro lado, también son muchos los hijos que sufren el que sus padres están gran parte de su tiempo en Facebook o hablando por el celular.

¿Qué cosas negativas puede traer algo tan positivo?:

1. Los padres en ocasiones utilizan los medios electrónicos como cuidadores. Los niños pasan horas jugando en el celular de papá o mamá mientras están en una fiesta, cita o en el hogar. Como consecuencia de esto vemos menos interacción entre los menores tanto con sus pares como con adultos.

2. El compartir durante la cena, dentro o fuera de la casa, ya no provee un espacio para hablar de lo acontecido en el día. Los jóvenes con sus audífonos no hablan ya que están viendo alguna serie o escuchando música. Los padres por su parte, para no discutir, los dejan y toman su teléfono para hacer lo propio.

3. La actividad física se ve limitada ya que salir del hogar no les permite jugar con amigos que no van a estar “Online” a partir de cierta hora.

4. El uso del teléfono y la computadora puede llevar a niños y a jóvenes a ser timados por personas inescrupulosas que pudiesen llegar a hacerles daño.

5. En la búsqueda de información los jóvenes pueden adentrarse a páginas web de pornografía, "chats" donde se comparten ideas para hacerse daño, entre otras cosas, o exponerse a temas de conversación no apropiados para su edad.

6. Las relaciones de pareja no dejan de afectarse, aunque el adulto se supone tenga límites. El diálogo y la interacción se limita, y se discute por mensajes de texto (lo que es totalmente contraindicado). Hay casos donde comienza la infidelidad cibernética: “No te soy infiel porque el flirteo es por Messenger". Hay personas que piensan que al no haber contacto físico no se le está fallando a su pareja.

7. El uso continuo y sin límites de juegos electrónicos o redes sociales puede llevar a la persona a la adicción.

8. Hasta en la ortografía se ve el embate de la tecnología. Basta con leer el chat de algún joven para notar que la mayor parte de las veces se usan símbolos y abreviaturas en lugar de palabras (como lol), para simplificar el escribir.

Ciertamente es difícil poder controlar lo que la sociedad promueve. Las compañías les asignan teléfonos a sus empleados para que estén conectados a sus emails y en las escuelas se usan las computadoras y los trabajos se envían por email.

¿Qué debemos hacer?

1. Establezca límites, horarios para el uso de la tecnología.

2. Promueva el pasar un día desconectado. El tiempo y la calidad del tiempo es importante.

3. Utiliza los controles parentales para algunos de los sitios web. No pierdas de vista lo que hacen tus hijos en el internet.

4. El momento de la cena, una actividad familiar, no es momento de estar conectado. Al igual que al momento de estudiar el teléfono debe ser dejado a un lado.

5. Promueva actividades de pareja y de familia donde impere el dialogo, la risa y el saber el uno del otro.

No podemos ir en contra de los adelantos, sería injusto e insensato. El balance es la clave, todo tiene su tiempo y su espacio. No desperdicies la oportunidad de conocer de tu hijo, de tu pareja, de tu familia o amigos entrando en su vida. Eso solo se logra mirándolo a los ojos.

Si desea coordinar una cita con la Dra. Ingrid Marín Espiet, en su oficina localizada en el área metropolitana puede comunicarse al (787)222-4999.

Para consultas sobre este tema puede hacerlo vía email: imarinespiet@gmail.com