Era sábado y estaba bastante desocupada. Mi esposo salió con las nenas mayores y la chiquita se quedó conmigo porque tenía sueño y la dormí. Así que me quedó bastante tiempo libre para descansar. Literalmente me tiré en el sofá a ver televisión, algo que no hacía hace mucho tiempo. Me sentía hasta extraña.

En casa llevábamos días tratando de decidir si traíamos a casa un perrito o no. Yo tenía mis dudas al respecto porque a pesar de que me gustan los animales, pero tener una mascota es una gran responsabilidad porque necesitan tiempo y atención, y cuando tienes niños pequeños es más complicado. Pero como las matemáticas son perfectas, eran 4 contra 1, y ya se imaginarán quién perdió.

Cuando mi esposo y las nenas mayores llegaron a casa con Kyra por poco convulso, pero cuando vi la dinámica de mis niñas con ella, entendí porque  algunos profesionales recomiendan tener una mascota para los niños. Mis hijas se han pasado todo el tiempo pendientes a Kyra y hasta le daban su espacio. En casa le hemos enseñado que todo lo que tiene vida se respeta y me siento orgullosa de que lo han demostrado. Mientras que yo le he ido cogiendo cariño a Kyra y aceptando que ha sido una linda decisión.

Eso sí, a todos los padres que desean una mascota para sus hijos les pido que le enseñen a sus niños la responsabilidad que hay que tener con un animalito. Es importante que comprendan que los animales no son un juguete, sino que son seres vivos y que su vida se respeta.

Así que Kyra, bienvenida a casa.

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