¡Cuánto nos disfrutamos los padres las actividades de los hijos! El domingo 22 de noviembre fue un día muy especial, no les había contado antes porque he tenido mucho trabajo en estos días, pero aquí voy. Ese día fue la presentación de la noche puertorriqueña de la escuela de mis hijas en el Centro de Bellas Artes de Guaynabo. Los niños se botaron y nos sacaron grandes carcajadas a un público que aprobó cada número que allí se presentó. Con su talento y creatividad nos llevaron en un viaje desde el Puerto Rico de la década de los años 30, hasta la época actual.

Fue un aliciente ver a una generación que va creciendo con conocimiento sobre su patria y con amor y respeto por ella. Esos montesorianos lograron que de la tarima emanara patriotismo, compromiso y sobretodo creatividad.

Los niños bailaron, imitaron y dramatizaron cada década. Mis hijas se lucieron en sus respectivas presentaciones y yo terminé con la garganta adolorida de tanto gritar. Junto a mi esposo, las abuelas y una de las tías nos disfrutamos el talento de todos los niños. Mi tropa se botó. Shammy bailó varias canciones de los artistas destacados entre el 2000 y 2010. En la foto tiene una falda de bailarina española para el baile de la canción Torero de Chayanne, pero bailó música de Gilbertito Santa Rosa, Billy Van, Ricky Martin y hasta dramatizaron la bofetá que le dio el papá de Tito Trinidad y el caldo de gallina que le dio la mamá de nuestro eterno campeón.

Ilé bailó vestida de jíbara al son del tema Cucubano y Verdeluz, con un hermoso arreglo de flores anaranjadas en su cabeza. Los nenes del salón tenían una luz verde en el bolsillo de sus camisas, como si cada uno tuviera un hermoso cucubano. Fue lindo verlos bailar y el público los acompañó cantando. Y a Gi, sandunguera al fin, le tocó modelar ropa de la década de los años 70 y además fue bailarina de la gran Iris Chacón. Gi entre las gafas y las luces nos confundió con otra familia a la que saludó efusivamente, mientras que mi esposo Danny y yo nos moríamos de la risa.

Otros grupos presentaron los Beatles, Menudo, dramatizaron la migración de los boricuas hacia Estados Unidos, en fin, fue una gran selección. De verdad que nos lo disfrutamos de principio a fin.

Antes del espectáculo, escuché los temas de las presentaciones de ellas decenas de veces; en la guagua, en la cocina, en la sala, en el cuarto, en cada esquina que se les ocurriera ensayar. A Gi se le ocurrió bailar como la Chacón en el pasillo de una farmacia, días antes. Así es ella, y como las otras le hacen coro…pues. Me tenían loca, hasta me encontré tatareando las canciones en algunos momentos. Pero valió la pena. Cada presentación fue exquisita, tenía un encanto especial, esa magia que solo los niños pueden crear. Por su parte, los maestros hicieron un gran trabajo. La maestra de Shammy, Janet, emana creatividad y hasta los accesorios les confeccionó a las bailarinas. Eso es compromiso, eso es amar y disfrutar lo que haces. Fue mucho el tiempo invertido, pero fue un esfuerzo que tuvo como resultado un público feliz y complacido.

Cuando las vi en el escenario, olvidé la tensión que tuve durante la mañana del domingo, porque ¡qué difícil es prepararse para este tipo de actividad! No quería que se me quedara nada. Con mi obsesión por la organización, tuve los accesorios y vestuarios de las tres listos desde el día antes. Pero aun así, mantener el pelo bien puesto, la ropa sin que se fuera a dañar y otros pormenores, hacen que a las madres se nos vaya la paz. Y digo las madres porque mi esposo se encargaba de lo que le tocaba, pero con una paz, envidiable.

Era cómico ver las niñas exactas llegando al área del camerino y las madres con 20 motetes encima y la cara de “qué difícil es esto”. Comprendí que no estaba sola en esto, cuando varias de las mamis con las que comparto me preguntaban a qué hora había comenzado a preparar a mi tropa. Ellas también habían comenzado los preparativos temprano, y aún a punto de dejarlas en el camerino, no terminábamos.

Al final del día, todos ganamos. Ellos aprendieron más de Puerto Rico, de nuestra historia, de una manera divertido, los maestros hicieron un gran trabajo y los padres y demás invitamos tuvimos una tarde de calidad en familia.

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