Parir en paz es el deseo de muchas mujeres. Lo logran solo algunas. Y es que el parto es visto por muchas personas como un procedimiento médico.

“Decidí tenerla en la casa porque quería parir en paz, quería tener un parto respetado y humanizado, a diferencia del hospital que realmente es un sistema que ya está en su sitio, que tiene sus protocolos. Quería confiar en mi cuerpo, que yo lo puedo hacer porque fui creada para parir”, afirmó Carolina Zhen.

Carolina es madre de dos menores, Abdiel Torres de tres años y Jia Li Torres que nació el pasado 7 de enero. Carolina tuvo a Abdiel en un hospital y confesó que “con él pasé el trauma de un parto violentado. En el hospital te dicen qué tienes que hacer, qué es lo próximo,  no te dan la oportunidad para que tu cuerpo tome su rumbo”, añadió.

Es por esto que Carolina decidió que su hija iba a nacer en la casa. Para ello, se preparó con mucha orientación y con la asistencia de dos enfermeras parteras. Tanto Carolina como su esposo Moisés Torres buscaron información, elaboraron un plan de parto en el que estaban contempladas hasta las posibles complicaciones y siguieron los cuidados en detalle durante el proceso de gestación.

“No es como si fuera que no nos orientamos, que decidimos parir en la casa y ya, y no hubo plan b. Las parteras nos educan”, expresó Carolina.

“Desde el principio estaba, puedo decir que completamente confiado (en la decisión de Carolina de parir en la casa) creo que la primera vez que me lo mencionó, como siempre, es como que un shock cuando uno está acostumbrado algo que es lo común, pero cuando uno se da cuenta que se puede, se ha hecho, se ha comprobado que es lo mejor, y realmente si tú te pones a pensar es como Dios nos creó. Confié en que ella lo podía hacer”, expresó Torres, quien se encargó de documentar todo el proceso y compartir las imágenes con sus amigos en las redes sociales.

Para Carolina el tener a su hija en la casa, acompañada de su esposo, su hijo, de las enfermeras parteras y en un ambiente de paz fue como “un proceso para sanar”. “Mi experiencia me permitió apoderarme de mi parto. Estás en todos los sentidos, porque no estás en drogas, no hay intervención, es como se supone que sea”, comentó.

De esta forma, Jia Li llegó al mundo a las  9:40 p.m. del pasado 7 de enero, en Isabela. Carolina empezó a sentir las contracciones intensas a eso de la 1:00 p.m. de ese mismo día. La niña pesó 7 libras con 9 onzas, y midió 22 pulgadas.

Tan pronto Jia Li nació “estuvo en el pecho y esos segundos de vida es crucial para la conexión y al rato se pegó a la teta, pero a diferencia del nene, que tuvo una batalla para pegarse a la teta”, comparó Carolina a quien le pusieron medicamento para controlar el dolor durante su primer parto.

“Me emocionaba poder decir que nuestra hija iba a poder nacer en nuestra casa, en nuestro hogar… donde pensamos vivir por largos años, y que ella pueda haber nacido aquí es un privilegio tanto para ella como para nosotros”, expresó con orgullo el padre.

El costo aproximado de un parto en la casa es de poco más de $2,000.