Sus defensores dicen que el juego entrena el pensamiento lógico y la concentración.

Muchas de estas aseveraciones se hacen en beneficio de la enseñanza del juego a los niños, pero probablemente se condensan mejor en el lema de la Federación de Ajedrez de Estados Unidos: "El Ajedrez produce niños inteligentes".

Conforme los profesores y los padres luchan contra las distracciones de los juegos electrónicos, redes sociales y los trastornos por déficit de atención entre las generaciones más jóvenes, los defensores del aprendizaje del ajedrez argumentan que es una gran forma de enseñarles a los niños competencia justa, disciplina mental, planeación y perseverancia. En un documento muy citado, Peter Dauvergne, profesor canadiense y maestro de ajedrez, sostiene: "El ajedrez es una herramienta efectiva para la enseñanza. Puede retar la mente de las chicas y los chicos, de los dotados y de los regulares, de los atléticos y de los no atléticos, de los ricos y de los pobres. Puede enseñarles a los niños la importancia de la planeación y las consecuencias de las decisiones. Puede enseñar cómo concentrarse, cómo ganar y perder con dignidad, cómo pensar lógicamente y de forma eficiente, cómo tomar decisiones abstractas y difíciles".

Ha habido muchos estudios que han intentado cuantificar los beneficios de la enseñanza de ajedrez a niños, pero la validez de sus conclusiones se ha visto debilitada por el pequeño tamaño de las muestras y el sesgo de confirmación. Algunos pedagogos no están convencidos de por qué se deben dedicar los ya escasos recursos a la enseñanza del ajedrez en lugar de a la enseñanza de algún instrumento musical, la pintura, o al estudio de un idioma extranjero. ¿No será que el tipo de chicos que son buenos en ajedrez son naturalmente buenos académicamente?

Malcolm Pein, director ejecutivo de una institución benéfica educacional, tiene experiencia en la enseñanza de ajedrez a los chicos menos privilegiados, a menudo inmigrantes, en las escuelas públicas en Tower Hamlets de Londres. Está tan convencido de sus amplios beneficios educacionales que en el año 2010 fundó el programa "Ajedrez en Escuelas y Comunidades" para promover la causa.

"El ajedrez tiene el poder de mejorar dramáticamente las vidas de los niños", dice. Su institución benéfica ahora ayuda a enseñarles ajedrez a 25,000 niños en 302 escuelas públicas en el Reino Unido. El propósito es darles 30 horas de ajedrez en los seis años de enseñanza primaria, lo cual equivaldría al 0.45 por ciento del tiempo en las aulas. Alega que el género, la edad, y los logros educacionales formales son mayormente intrascendentes en el ajedrez. 

Pero es importante enseñarles a todos en lugar de dejárselo a un grupo voluntario de jóvenes que se presentan a las clases.Si se dirige un club de ajedrez en una escuela mixta, se presentarán 30 chicos y dos chicas. "Pero cuando se enseña ajedrez en un aula, se vuelve una materia divertida".

Uno de los países con el programa de ajedrez obligatorio más desarrollado es Armenia. Esta antigua república soviética de 3 millones de habitantes tiene una larga y distinguida asociación con el juego. Uno de los héroes nacionales de Armenia es Tigran Petrosian, el temible ex- campeón mundial y maestro de la defensa. Armenia introdujo clases obligatorias de ajedrez para estudiantes en el año 2011. A los niños se les enseña dos horas de juego a la semana durante dos años. Pero la cultura del ajedrez va más allá del aula, y existen revistas semanales de ajedrez y programas de televisión dirigidos a los niños.