Desde que nace, tu bebito va buscando forjar su propio camino en este mundo. En su desarrollo, tendrá que aprender diversidad de destrezas necesarias en preparación a una vida independiente. Como padres, sabemos muy bien cuán titánica puede ser la labor de que el de tres años logre ponerse las medias solito o que la bebé de un año se lleve la cuchara a la boca. Sí, las medias quedan viroteadas y probablemente más de la mitad de la comida acabe muy lejos de la boca, pero aun así celebramos con bombos y platillos cada uno de estos logros.

Sin embargo, muchos papás no resisten la tentación de ayudar a sus nenes. “Tenemos que proveerles a nuestros hijos oportunidades de ir adquiriendo estas destrezas. La meta es que a los seis años tengamos un niño independiente. Se trata de un camino de aprendizaje que debe iniciarse desde que son bebés”, explica Bethzaida Méndez, terapeuta ocupacional.

Mucho más que destrezas

Aprender las tareas no sólo implica adquirir la destreza motora y la coordinación para agarrar, por ejemplo, una botella o ponerse el pantalón, también se fomenta el desarrollo y comprensión del lenguaje, pues el nene tiene que seguir instrucciones. “Proveerles mucho espacio de práctica es de vital importancia. Cada paso en ese camino fortalece la autoestima del niño y le da un sentido de que pueden hacer las cosas solitos”, afirma.

El mejor momento para practicar esas destrezas dependerá de la rutina de cada familia. En muchos hogares, las mañanas pueden ser complicadas para pedirle a un niño pequeño que se vista solo. Según Méndez, las tardes o las noches pudieran ser más apropiadas, ya que “no tenemos tanta prisa” y podemos “darle ese espacio de que el nene o la nena pueda desempeñarse solo a la hora de comer, de bañarse o de vestirse”.

Tu guía de destrezas

Esta guía se basa en la escala del desarrollo Peabody y el Perfil del Desarrollo Preescolar, y te brinda algunas metas relativas a  lo que debe lograr el niño a medida que crece. Si notas que tu hijo está rezagado, consulta con un pediatra o la maestra preescolar para determinar si debe recibir una evaluación en terapia ocupacional.
DE LOS 4 A 5 MESES  debe sostener la botella por sí mismo.

DE LOS 6 A 7 MESES  debe comenzar a sostener un vaso con ayuda. “Es buena idea ir preparando al bebé a la transición de la botella al vaso”, explica Méndez.

DE LOS 10 A 11 MESES  debe poder agarrar la comida y llevársela a la boca. “Éste es un momento ideal para ponerle cereal y galletitas y que practique a llevárselas a la boca usando el agarre de pinza”, acota la terapeuta ocupacional. En el área de vestimenta, el pequeño podrá quitarse las medias solito.

DE LOS 12 A 15 MESES  debe tratar de comer con cuchara y empezar a tomar de un vaso. “Prepárate para que derrame mucho líquido y comida, pero hay que darle la oportunidad de aprender”, afirma Méndez. En el área de aseo, el chico o la chica tratará de cepillarse el pelo y a la hora de desvestirse cooperará con la mamá o el papá.

DE LOS 16 A 19 MESES  debe beber del vaso sin ayuda. Ha logrado perfeccionar un poco la mecánica de comer con cuchara y ya no derrama tanta comida. A la hora del aseo, trata de lavarse la cara y las manos, aunque todavía necesita supervisión y ayuda.

DE LOS 20 A 23 MESES  comienza a beber de sorbeto y a la hora de quitarse la ropa ya lo logra cuando se trata de pantalones con elástico y sin botones. Además, ya comienza a subir y bajar la cremallera del pantalón.

DE LOS 2 A 3 AÑOS  ya ha logrado dominar la técnica de comer con cuchara y apenas derrama comida. Empieza a usar el tenedor. Se espera que en algún momento de este año logre el control de los esfínteres, aunque no tenga la destreza para limpiarse solo. En el área de la ropa, ya puede vestirse por su cuenta y se está iniciando en la destreza de desabotonarse una camisa o un pantalón.

DE LOS 3 A 4 AÑOS  puede servirse jugo en un vaso, se lava la cara y las manos solito y no se orina de noche en la cama. A la hora de quitarse la ropa, ya logra desabotonar los botones.

DE LOS 4 A 5 AÑOS  ya puede lavarse solo los dientes y puede hacer un nudo.

A LOS 6 AÑOS  debemos tener ya un chico o una chica capaz de alimentarse, vestirse y asearse solito o solita. En esta etapa, puede untar mermelada o mantequilla al pan, ya puede bañarse solo o sola, aunque debe haber supervisión adulta. Finalmente, ya logra abotonarse una camisa y sabe amarrarse los cabetes.