Una de las preocupaciones que pudieran enfrentar los padres de bebés recién nacidos es con qué frecuencia debe evacuar la criatura y qué aspecto deberían tener las excretas.

Este es uno de los temas más discutidos entre progenitores que en muchas ocasiones se asombran con el aspecto que tienen los residuos y hasta se asustan con las diversas tonalidades que pudiera tener la caquita.

Pues sepa que, según el portal Babycenter, el color de la evacuación pudiera revelar si ocurre algo anormal con su bebé o, por el contrario, puede aliviarlo de una preocupación.

Así las cosas el portal especializados en niños aclara que en los recién nacidos las heces son en realidad meconio, una excreta compuesta de líquido amniótico, mucosidad, células de la piel, entre otras sustancias que el pequeñín ingirió mientras estaba en el útero. La apariencia del meconio es color negra y pastosa durante los primeros días. Posteriormente, el aspecto cambia y se torna de un color más verdoso y claro.

En el caso de los lactantes, la caquita puede ser también amarilla, parecieran tener unas semillitas y  son tan líquidas que se puede confundir con diarrea. Curiosamente, los lactantes excretan sin olor. En el caso de que sí presente olor, debe consultar con un médico pues podría tratarse de una reacción alérgica o infección. Igual, no es nada de preocupar, por lo que es importante aclarar la duda con el médico.

"Si ves unas heces de color verde brillante y un poco espumosas, casi como algas, probablemente tu bebé está ingiriendo demasiada primera leche (la leche baja en calorías que sale primero del pecho) y no suficiente leche final, que es la leche con más grasa que sale al final de la toma y es muy nutritiva. Esto puede indicar que no le estás dando de mamar suficiente rato en cada pecho. Para remediarlo, empieza a darle la siguiente toma con el pecho con el que terminaste la última vez",  se sugiere en Babycenter, donde se destaca que durante el primer mes de vida de la criatura éste puede hacer hasta más de ocho evacuaciones al día.

De otra parte, los bebés alimentados con fórmula presentan caca color amarillo más oscuro pero, también puede ser marrón o verde, según sugiere la conocida página de temas de lactancia Lacted.com. También se aclara que el olor de los residuos en estos bebés es más fuerte.

Ambas páginas exhortan a los padres a estar pendientes a las señales de estreñimiento, las cuales incluye que el bebé puje hasta volverse rojo, que se torne lloroso y que sus evacuaciones sean en forma de bolitas y duras. En caso de que la excreta esté acompañada de sangre, pudiera ser que se lastimó. Pero también pudiera ser señal de problemas con la digestión por lo que se sugiere visitar al pediatra.

Por lo contrario, en caso de que el bebé haga evacuaciones bien líquidas, pudiera tratarse de diarrea ocasionada por alergias  o intolerancia a alimentos o por infección intestinal. El bebé debe ser llevado al médico de inmediato para evitar deshidrataciones, las cuales podrían llegar a ser mortales en los chiquitines si no son tratadas a tiempo.