Poco después del nacimiento de Anna, el 21 de agosto del año pasado, a Elisa Girotto le diagnosticaron cáncer de mama. La felicidad que había alcanzado junto a su pareja, Alessio Vincenzotto, tras mucho tiempo buscando el nacimiento de un hijo, se vio nublado por un desesperanzador futuro.

Visitaron médicos de varias ciudades, no solo de Treviso (Italia) donde vivían, también muchos centros de cáncer e institutos científicos. Tras cuatro operaciones y ver que la enfermedad no daba tregua, al fines en julio pasado Elisa se atrevió a preguntarle a su médico cuánto le quedaba de vida: solo dos meses.

“Pensaba que sería algo más. No importa. Lograremos hacer todo igualmente”, comentó la mujer que entonces tenía 40 años, según medios italianos. Luego de haber celebrado la primera Navidad de Anna, solo le quedaría tiempo para festejar el primer cumpleaños de su única hija. 

Elisa murió la semana pasada. En sus redes sociales, al igual que en la de Vincenzotto, se ven de fotos de perfil unas del matrimonio a contrarreloj que celebró la pareja en agosto. 

#persempreinsieme

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“Ha sido la prueba más difícil de mi vida”, comentó el viudo a medios locales.

Asimismo, explicó el plan de su difunta esposa para acompañar a Anna más allá de la muerte: “El correo no paraba de traernos correo a la casa. Los abría y encontraba vestidos para todas las edades, libros, muñecas, juegos didácticos y un mapamundi, donde estaban señalados todos los lugares que habría deseado visitar con ella. ‘¿Quién nos manda estos paquetes?’, le pregunté un día. Entonces, Elisa me explicó que eran dieciocho regalos para nuestra hija, y que yo tenía la misión de empaquetarlos y dárselos en el momento justo", citó el medio español ABC.

Ahí también aseguran que la última frase que le dedicó Elisa a su hija en los tantos mensajes que le dejó, fue: “Así estaré contigo. Sonríe siempre”.