Cuando los padres identifican un problema de disciplina en sus hijos tienen que ser proactivos para poder corregirlos. Uno de los problemas de disciplina en los niños que más trabajo le cuesta erradicar a los padres son las mordidas. Hay niños que muerden por frustración, otros por coraje, otros por celos, juego, imitación, entre otros factores.

Lo que debe quedar claro es que hay que identificar cuándo ocurren estos episodios, con el fin de prevenirlos.

A continuación algunas recomendaciones para evitar que los niños muerdan:

1.  Trata de identificar en qué momento el niño muerde, si es cuando tiene sueño, cuando está molesto.

2. Una vez logras identificar cuándo es que usualmente muerde, es más fácil prevenir un ataque.

3. Si ya ha mordido, enfócate en la víctima primero y evalúa los daños y si hay que darle alguna atención especial, como ponerle hielo en el área afectada.

4. Háblale con firmeza a tu hijo y explícale que su acción estuvo incorrecta, pero mantén la calma.

5. Cuando los niños se hayan calmado, debes comentar lo ocurrido para que explique en detalle que esa acción estuvo incorrecta.

6. Coméntale a las maestras o al personal del centro de cuido a donde llevas a tu hijo sobre esta conducta de manera que estén alertas. A nadie le gusta que a su hijo se lo muerda.

7.  Puedes jugar con tu hijo a que te diga qué cosas le gusta morder, como un chocolate o  una fruta y luego le preguntas si mordería cosas como una carro, una silla, etc. de manera que vaya internalizando que hay cosas que no se pueden morder, en especial las personas.

8. Es importante que nunca muerdas a tu hijo de vuelta, le estarías enseñando que  la agresión se resuelve con agresión, de hecho, tal acción puede contribuir a que el niño muerda más.