El concepto de turismo médico es cada vez más popular en estos tiempos en que el Internet y las redes sociales nos abren nuevos espacios para poder acercarnos.

Además, los procedimientos quirúrgicos no son baratos. De hecho, la regla general es que a mayor calidad, más caros. Por lo tanto, son muchos los que se sienten tentados a viajar al extranjero para someterse a intervenciones en algunos casos tratando de maximizar el dinero.

Eso fue lo que ocurrió con Beverly Ann Brignoni, una boricua que residía en Nueva York y que fue a hacerse una lipoescultura en la República Dominicana, donde encontró una clínica con buen récord. La mujer llegó el 19 de febrero a Quisqueya y al día siguiente a las 7:30 de la mañana ya estaba en la sala de operaciones, lo que pudo ser su gran error.

La cirugía le costó la vida.

El reconocido doctor Luis Rodríguez Terry, quien tiene más de 17 años en la práctica de las cirugías estéticas, advirtió que a pesar de que todos los procedimientos tienen su riesgo, sean de corta o larga duración, hay unas medidas básicas que todas las personas deben tomar antes de acercarse a un bisturí.

“Hay riesgos y pueden ocurrir ciertas complicaciones que son inherentes a las cirugías, como un sangrado, una infección o una embolia, y nadie está inmune a esas cosas. Algunas de ellas no se pueden evitar. Pero cuando alguien decide hacerse una cirugía plástica tenemos que buscar que esas posibles complicaciones sean lo más bajas posible”, afirmó.

Lo primero que debe hacer el médico es evaluar  la condición de salud del paciente. Para eso tiene que hacer un examen completo, ya sea que lo ordene el mismo cirujano o un internista, para descartar cualquier condición.

“El problema es que muchas veces eso no se hace cuando se trata de un paquete de lo que se conoce como el turismo médico. Hay que evaluar si el paciente es o no un candidato para someterse a la cirugía, pero si hablaste una o dos veces por Internet, y viajaste hay una presión de que ya estás ahí y para que no pierdas el viaje te operan”, señaló.

Asimismo, en muchas jurisdicciones o países no tienen reglamentaciones estrictas en cuanto a esos pasos previos que se deben tomar.

Según Rodríguez Terry, el cirujano también tiene que tomar medidas para prevenir las embolias, ya sea dándole al paciente anticoagulantes o mandándolo a ponerse medias antiembólicas . Practicar una operación después que la persona ha estado tantas horas sentada, como en un avión, definitivamente no es aconsejable.

“Las personas que hacen turismo médico, casi siempre lo hacen por costo, no es por ninguna otra razón. No es que buscan al que es excelente y donde está lo sigo. Es simple y sencillamente por abaratar costos. Pero para eso tenemos que ver que las enfermeras por ejemplo aquí cobran un salario mayor porque tienen una preparación, se usa material desechable en cada operación para tratar de evitar las infecciones. Todo eso cuesta, pero te ayuda a dar unas garantías”, explicó.

Otras veces los médicos no usan a todo el personal que deberían o sus asistentes no están preparados.

Y todas esas cosas son las que usted debe preguntar si es que está considerando una intervención en el extranjero.

También hay que asegurarse de que el médico esté acreditado por la American Board of Plastic Surgery o cualquier otra junta similar. Que haya tenido una residencia en una institución acreditada y que lleve más de un año realizando operaciones con éxito. No se debe olvidar revisar el historial y si tiene alegaciones de impericia.

Es importante que el anestesiólogo también vea los exámenes físicos que se mandó a hacer y que esté durante la operación. Hay casos en que quien aplica la anestesia es otra persona, dijo cirujano.

Otra recomendación de Rodríguez Terry es averiguar si el procedimiento se va a realizar en una oficina privada o en un hospital. En ambos casos deben contar con acreditaciones para realizar cirugías. Si se trata de una oficina hay que averiguar cuán cerca está de algún hospital y si el doctor pueden laborar en esa institución en caso de que haya alguna complicación y se requiera un traslado de emergencia.

No olvide preguntar si su plan médico le cubre esas posibles complicaciones o tratamientos adicionales que pueda necesitar.

Antes de tomar una decisión tiene que evaluar cuáles son los cuidados post operatorios, si tiene que regresar para cortar puntos o para darle seguimiento al tratamiento y si usted está dispuesto a viajar al país cuantas veces sea necesario como parte de ese proceso.

“Escoger un buen cirujano es bien importante. Hay que dedicarle más tiempo y más investigación de lo que se le dedica a comprar un carro. Igualmente es importante el costo, pero hay que entender que no estamos comprando un televisor, que ya sabes cuál es el que quieres y buscas donde está más barato”, declaró el doctor.

“Uno paga talento, conocimiento, adiestramiento y la experiencia del médico y su personal. Pagas por su profesionalismo”, agregó.

Definitivamente, la persona no se debe dejar llevar por la impulsividad y la prisa.

“Una operación debería ser una experiencia muy positiva a la larga, pero si no se prepara bien puede tener una mala experiencia y con consecuencias permanentes”, alertó.