A pesar de que en la historia se habían registrado prendas de dos partes que se usaban en la prehistoria, se considera que los padres del bikini moderno son el ingeniero automotriz francés Louis Réard y el diseñador de moda Jacques Heim, que en 1946 lanzaron por separado esta prenda de vestir en París. Este año fue importante para la humanidad, pues fue el primer verano que se vivía libre de guerra.

La profesión de Réard no tenía que ver con la ropa, pero en aquellos tiempos, él administraba la tienda de lencería de su mamá en Francia. La idea de hacer un traje de baño mínimo vino al ver que las chicas “arremangaban” sus trajes para hacerlos más cortos, así que ¿por qué no simplificar la tarea?

Por su parte, Heim vendía el invento, con el nombre de átomo “el traje de baño más pequeño del mundo”, pero Réard respondió y lo comenzó a llamar bikini debido al Atolón Bikini, un lugar en Estados Unidos donde se realizaban pruebas de bombas nucleares, lo que podría ayudar a relacionar bikini con una bomba. Y vaya que lo hizo.

Réard no encontraba quien lanzara su producto así que contrató a una desnudista para modelarlo, era Micheline Bernardini, que terminó usando un bikini de amarras para pasearse por una piscina pública en París. Aquel día, el 5 de julio de 1946, Réard ya tenía miles de fanáticas interesadas en comprar la prenda.

A pesar de que ese año tuvo origen como tal, fue hasta 1953 que el traje de baño diminuto adquirió la fama que poco a poco se fue develando. En el Festival de Cannes, Brigitte Bardot alborotó a los fotógrafos posando con un bikini, fue ella quien lo hizo una pieza emblemática que más tarde se convirtió en el mito que hoy conocemos.