Con mucha creatividad y una mirada interesante sobre la moda, Willie Rosado ha logrado posicionarse como toda una autoridad de estilo.

Su trabajo como stylist, que combina con el de maquillista y peluquero, consiste en tener la responsabilidad creativa de los shootings fotográficos de distintas publicaciones de moda, así como de diversas campañas para clientes como Gatsby, Gustavo Arango, Luca Luca y Sharagano.

En estos editoriales, Willie tiene una voz fuerte –muchas veces la última palabra– en la toma de decisiones de la ubicación, el ambiente de la sesión de fotos, la elección de las modelos y el concepto del maquillaje y los peinados.

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Es una profesión que, más allá de glamorosa, requiere sin duda de trabajo arduo, pasión y un profundo conocimiento de la moda y las distintas tendencias del momento. Pero Willie, de 42 años, se la vive intensamente y hace todo con una buena carga de entusiasmo, carisma y una energía de trabajo en equipo que se respira durante el proceso.

¿Por qué decides involucrarte en la moda? ¿Cómo te satisface tu trabajo?

Esto es algo que nace con uno. Hay una pasión que viene desde el día uno y en mi caso es la moda. A través de ella puedo transmitir mis sentimientos, el estado anímico en el que me siento, cómo estoy económicamente y hasta cómo estoy en el amor, por ejemplo. O sea que, por medio de la moda, puedo comunicar lo que quizás un poeta transmite en un poema o un compositor en una canción. Es una terapia, definitivamente.

¿De dónde te surgen tantas ideas?

Cuando tú analizas todas las cosas que hay en la vida, por ejemplo, cuando te paras y ves los detalles de lo que es la naturaleza, el ser humano, un edificio, una silla o un piano y analizas de qué está hecho y cómo está hecho, esas cosas te ayudan a inspirarte. Parte de nuestro desarrollo como artista es analizar todo lo que hay alrededor, cosas que no todo el mundo lo hace, porque hay gente que sale de su casa todos los días y no se da cuenta que al lado hay un árbol con flores amarillas. Y son cosas que yo me doy cuenta. De momento yo vi una planta y se me ocurre hacer un peinado con la forma de las flores de esa planta para un styling. Y la idea surgió así de fácil.

Artista multifacético

Aunque la moda marcó su vida desde joven, Willie dio sus primeros pasos profesionales a los 16 años como bailarín de Menudo, debutando en el Centro de Bellas Artes de Santurce.

Desde entonces y durante unos 10 años, el mayor de tres hermanos recorrió escenarios en distintas ciudades de Estados Unidos y Latinoamérica ejecutando coreografías para cantantes de la talla de Alejandra Guzmán, Marc Anthony, Thalía y Gilberto Santa Rosa.

“Ese trabajo con Menudo surgió porque Joselo, que era el representante del grupo, me invitó a la audición. Llegué muy nervioso, había más de 150 bailarines, pero de casualidad yo dominaba el estilo de baile que el coreógrafo estaba pidiendo, y ese mismo día me dijeron que sí. Y me tiré al piso a llorar como un zángano”, recordó Willie entre risas.

Amplia trayectoria

Su salto al mundo de la belleza y el estilo vino una década más tarde, a mediados de los 90, de la mano del fotógrafo Eugenio Luis, quien le dio la encomienda de maquillar a la cantante y presentadora Nashalí Enchautegui, entonces Miss Turismo Puerto Rico.

El creativo aún no tenía una formación como maquillista y peluquero, pero sí el talento y las ganas de brillar en la industria.

La idea de embellecer a las mujeres y participar en distintos editoriales y campañas le fascinó de inmediato, y –por fortuna– su faceta como experto en imagen no tardó en despuntar.

“Cuando yo empiezo a maquillar para Caras, allá para el 1995, un día yo estaba arreglando a un chorro de mujeres para la cara de Caras y Magali Febles llega al shooting porque ella era la encargada del concurso. Me ve trabajando y otro día yo recibo en mi beeper: ‘Favor llamar a Magali Febles’. Me emociono, llamo al teléfono y que contesta Magali y me dice: ‘Willie, vi tu trabajo en Caras, Marisol Malaret te recomendó muy bien y yo tengo un proyecto con Dayanara Torres con Vidal Sassoon. ¿Te interesa?’”, narró Willie, quien no dudó en unirse al proyecto.

Su trayectoria, desde entonces, ha sido ardua pero muy gratificante. Ha vestido y arreglado a famosas como Jackie Guerrido, Roselyn Sánchez, Ivy Queen y la propia Dayanara, y sus trabajos como estilista lo han llevado a aparecer en importantes revistas como Elle, Vogue, Harper’s Bazaar y Vanidades.

El secreto de su éxito, según asegura, es ser un apasionado de las cosas que hace y de la vida en general, que no la concibe sin entrega en cada uno de sus renglones.

¿Qué te falta por hacer?

Una de mis metas es poder lograr que en Puerto Rico se respete la moda como un arte. Que la gente entienda que es un modo de poder vivir porque es una industria, y el poder desarrollar a los jóvenes en ese ámbito, detectando el talento desde las escuelas. Además, quiero hacer mi propia línea de ropa, que espero lanzar en abril.

¿Cómo te sientes con tu trayectoria?

Siento que he luchado mucho porque he querido vivir de y apoyar una profesión que no es respetada, en la que te levantas día a día sin saber qué va a pasar.

¿Y qué te ha movido a seguir ahí?

La pasión. No puedo decir otra cosa.

Crédito

Localidad: Atelier de Gustavo Arango