Siempre he sabido (sin menospreciar jamás al género masculino),  que las mujeres somos valientes. Muy dispuestas a luchar por lo que queremos y menos tímidas cuando se trata de buscar nuevas oportunidades. En estos días lo confirmé cuando, a través de mis redes sociales, estuve anunciando que tanto solteras como solteros se inscribieran en el Facebook de Sweets Gallery by Saudy & The Lounge para participar de un encuentro  para ambos sexos este viernes, 10 de febrero. 

Para mi sorpresa -y preocupación-, el 90% de los inscritos resultó mujeres.  Mujeres hermosas con perfiles extraordinarios,  dispuestas a conocer nuevas amistades y celebrar su soltería con mucho orgullo, pero sobre todo que quieren disfrutar de nuevas amistades. Pero,  ¿dónde están los hombres solteros? Esa es mi preocupación. 

Escucho  muchas amigas y conocidas solteras, viudas y divorciadas lamentarse  de que no hay hombres para ellas. ¿Será que tienen razón? 

Una de las quejas principales es que todos los hombres  (y generalizan) lo que quieren es llevarlas a la cama desde la primera cita. Otras dicen que su mala suerte estriba en  que los hombres no quieren relaciones serias y mucho menos compromisos. 

Todas estas respuestas me obligaron a indagar en lo que piensan los hombres. Curiosamente, me senté a dialogar con este caballero que conozco y, mientras este almorzaba, le pregunté por qué  a sus 60 años está todavía soltero. Y tras un suspiro  profundo y unos diez segundos  de pensamiento, me dice: “Las mujeres no están fáciles. Las mujeres de ahora quieren imponerse en la relaciones, son muy controladoras y no dan espacio a conocerse”. 

 Y añade: “Desde que uno se acerca ya quieren plantar bandera y que las cosas se hagan como ellas digan. Se creen que todos los hombres son iguales, generalizan, pero no hay quien aguante ese empuje, en vez de acercar a uno lo alejan. Se comienza con una amistad para conocerse y darse oportunidades, pero no puede ser imponiendo solo sus condiciones”.

Tal vez sea rebatible su respuesta, pero no deja de ser real, ya que proveniente de un hombre.   

Deberíamos buscar un término medio donde  aprovechemos ese primer, segundo y tercer encuentro para aprender a conectar con esa persona sin imponer nuestras inseguridades. Estas pudieran estar basadas en experiencias pasadas y nada tienen que ver con este nuevo ser que acabamos de conocer.

Aprendí en una clase  que la comunicación es efectiva y se logran grandes cosas cuando aprendemos a escuchar antes de hablar. Que guardar silencio te ayuda a conocer y hasta interpretar mucho mejor al receptor. 

Así que, amiga mía, en tu próxima cita, dedícate a escuchar a esa persona que acabas de conocer, responde solo lo que te pregunten y guarda las preocupaciones para después.  Esas primeras citas son para conocerse mejor y saber si son compatibles. Deja el pasado en el pasado, no compares tu cita con una expareja, empieza de nuevo y ábrete a nuevas experiencias y sobre todo, no dejes de ser tú misma.

Como siempre les digo: Tenemos que amarnos nosotras primero, lo demás se gana teniendo un corazón sano dispuesto a buscar nuevas oportunidades,  a querer y ser amada.  

Escucho  a muchas amigas y conocidas solteras, viudas y divorciadas lamentarse  de que no hay hombres para ellas. ¿Será que tienen razón? ¿qué esperar?