La mayoría de los problemas de pareja tienen su origen en la propia estabilidad emocional, la autoestima, las heridas de infancia y en muchas ocasiones una carga transgeneracional.

Observa si lo que te hace sufrir en tu relación de pareja es algo que de alguna manera experimentaste en tu infancia.

¿Tesentías sola?, ¿comparada?, ¿abandonada? Con frecuencia hacemos responsable a nuestra pareja de nuestros sufrimientos, pero si te autoanalizas quizás te des cuenta que eres tú quien de alguna forma ha atraído a una persona o personas que te muestren a “tu niña herida.

Una relación conflictiva muchas veces es señal de que hay problemas en ti que tienes que atender.

Te dejo algunos puntos que te servirán para analizar tu relación:

1.- Pregúntate ¿Qué los unió? Pueden existir al menos 2 razones: que fueran similares en algunos aspectoso o que fueran complemento en algún otro.

Quizás buscabas ser amada o protegida, quizás ambos querían huir de la soledad. A simple vista esto puede parecer normal, pero no lo es. Una relación sana no se inicia por ese tipo de razones, sino cuando ambos se conocen y se aman a sí mismos. Eso facilita poder desarrollarse en conjunto y llevar una relación equilibrada.

2.- Si la relación se ha creado con la finalidad de obtener algo a cambio existirán múltiples razones para tener dificultades. Por ejemplo:

- Si has querido ser amada no serás capaz de soportar el más mínimo indicio de no amor y tendrás la tendencia a sufrir ya que todo lo que se presente lo evaluarás desde tu perspectiva de carencia. No tendrás la objetividad para observar la verdad.

-Cuando inicias una relación para cubrir una carencia consciente o inconscientemente estarás atenta a cualquier indicio de peligro a perder lo que te da seguridad. Las emociones negativas te desestabilizarán y te harán perderla objetividad para resolver los inconvenientes.

3.- Evalúa tu autoestima.

La calidad de tu relación manifiesta tu nivel de autoestima, mientras más alto nivel de autoestima tengan ambos más colaboración existirá para solucionar conflictos, más armonía, más apertura. Por el contrario, mientras más baja sea tu autoestima más difícil será la comprensión de tus propias necesidades y las necesidades de tu pareja. Debido a la cultura del “amor incondicional” la mayoría de veces dejamos de lado nuestros propios intereses lo cual conduce a una inconformidad constante por no tener armonía interna y por lo tanto cierto nivel de frustración personal que conducirá a resentimientos con tu pareja.

4.- Si la estás pasando mal con tu pareja por alguna adicción del tipo que sea (ludopatía, manías, alcoholismo, tabaquismo, etc…) seguramente has llegado a pensar que tu pareja es la única persona responsable y que si él o ella cambia todo estaría resuelto y piensas que al resistirse a hacerlo no tiene la voluntad o el amor suficiente hacia ti. Aunque eso es verdad, también es verdad que inconscientemente lo hayas atraído para empoderarte y demostrarte que eres capaz de hacer cambiar a alguien por ti.

5.- Si te parece que tu pareja es poco flexible y sientes que la relación gira sólo en torno a sus intereses y no toma en cuenta tus necesidades, es probable que te hayas relacionado con una persona de esas características por tu baja autoestima.

No te angusties, considéralo como una invitación a iniciar algunos cambios positivos para en vida.

Por Jazmín Jiménez Arellanes, Médico Cirujano por la UNAM, con especialidad en medicina e intervención familiar.Twitter: @JJArellanes

Lee más historias.