1. Sales y aceites | Para relajarte opta por aceite de lavanda, jazmín o rosa; las sales ayudan a relajar y  reducir la rigidez  muscular, y desintoxican la piel. Los echas cuando el nivel de agua esté a mitad.

 2. Temperatura | Debes procurar que el agua esté tibia y no caliente. La temperatura ideal es de 92 grados Fahrenheit. Asegúrate de probarla  (introduce uno o dos dedos) antes de sumergirte.

 3. Cierra los ojos | Mantener los ojos cerrados te ayudará a entrar en una relajación profunda. Rodajas frías de pepinillo, bolsitas de té de camomila frías o compresas frías para los ojos te ayudarán a mantenerlos cerrados.

 4. Velas | La luz brillante no ayudará a que te relajes, así que apaga las lámparas e ilumina el baño con velas (si son aromáticas mejor). 

 5. Música  |  Escoge música tranquila a un volumen entre moderado y bajo para completar la atmósfera. Con los ojos cerrados, te ayudará a visualizar un lugar apacible para que llegues a tu nirvana.