Para Dalila Zapata no existen límites cuando de alcanzar sus sueños se trata. Ni el síndrome  Down que padece, ni las condiciones cardiacas que la afectaron al nacer y poco antes de que entrar a la adolescencia han mermado su energía para ejercitarse y su capacidad para hacer realidad su deseo de ser modelo.

Aunque habla muy poco es muy clara cuando dice que nunca le ha dado miedo subir a una pasarela y modelar ante decenas de desconocidos, tal como lo ha hecho en importantes eventos en Puerto Rico y en Estados Unidos. 

Según su padre, Hilton Zapata, desde muy pequeña Dalila fue coqueta y posaba para las fotos, pero ni él ni su esposa, Nélida Hernández, habían pensado en la posibilidad de que pudiera tomar clases de modelaje.

No fue hasta que una maestra les dijo que exploraran esa posibilidad y ellos acudieron a la academia de la experimentada modelo Annjannette Spicer, quien asegura que desde ese primer encuentro entre “nosotras sabíamos que ella había nacido para las pasarelas y no nos equivocamos”.

Hace una década que Dalila comenzó su aventura en el mundo del modelaje y su carrera siempre ha ido en ascenso. Su maestra de  asegura que esto se debe a que la joven cuenta con cualidades que la hacen destacarse.

“Dalila es disciplinada, decidida y una líder”, aseguró Spicer.

En su portfolio profesional, la modelo de Annjannette Annjo Models tiene fotos de su participación en eventos como West Fashion Week y San Juan Moda, en Puerto Rico, además de la Semana de la Moda de Nueva York y Child Model en Atlanta. Próximamente regresará a Nueva York y viajará a Orlando para participar en varios desfiles. En estas pasarelas ha modelado los diseños de modistos boricuas como Michelle Ann, David Antonio, Sonia Rivera, Nathalia López, Jaer Cabán, Juan Colón, Tommie Hernández, Miriam Budet, Jackie Tejada y Mel Durán, entre otros.

También, en el  2011 fue reconocida como “Musa especial” en la competencia “La musa de Carlos Alberto”. En su próspera carrera también cuenta con campañas publicitarias para las tiendas Sears y Walmart.

“Ella audiciona como cualquier otra modelo. No tienen ningún trato especial por su condición”, comentó el padre de Dalila. 

Según Zapata, su hija vive con emoción todo lo que envuelve una carrera dentro del campo del modelaje, desde la preparación física, pues ama hacer zumba y correr, hasta la selección de la ropa y sobre todo el maquillaje. Esto la ha llevado a buscar otro camino en el área de la belleza. 

En agosto del año pasado ingresó a la Escuela Superior Vocacional Dr. Heriberto Domenech de Isabela, donde estudia cosmetología y ya tiene conocimiento de maquillaje regular y teatral, secado de cabello y hasta hace manicuras.

“Cuando estos niños llegan a séptimo grado tienen que buscar opciones y una escuela vocacional es perfecta para ellos. Fuimos a visitar la escuela y cuando entramos al área de cosmetología ella quiso quedarse allí. La dejamos probar otras categorías pero ella quiso cosmetología. La primera semana le pintó el pelo a la T1, la persona que la acompaña siempre en la escuela”, recordó Zapata. 

A sus 17 años, Dalila disfruta de la música, del baile, del modelaje y vive a plenitud a pesar de las limitaciones. Su padre asegura que detrás de los logros de la joven hay una familia y un grupo de buenos amigos y colaboradores que se han empeñado en guiarla por el camino correcto para alcanzar sus metas.

“El mensaje que queremos llevar con Dalila es bien claro. En la categoría que su niño se desarrolle, póngale empeño para que los niños lo hagan bien. Estamos en unos grupos de apoyo para padres de niños con necesidades especiales y los motivamos a que los estimulen a alcanzar sus metas”, sentenció Zapata.