Hace 15 años, la vida de Darlene Michelle Vega Espada se transformó cuando se convirtió en madre de su primogénito Gabriel. Una década después, un segundo hijo cambió su vida de manera radical.

La llegada de Gael la llenó de felicidad, pero a los tres meses de nacido  recibió la  noticia de que este padecía de síndrome de Down,  además de sufrir de equinovarux o pie equino, disfagia e hipotonía muscular generalizada. Desde el principio, Darlene supo que si se limitaba a las terapias del habla, ocupacionales y físicas, su hijo podría tener una mejoría, pero no ser una persona independiente, algo a lo que aspira y para lo que está trabajando.

Por eso, ha procurado buscar terapias alternativas. En este tiempo, Gael ha tomado terapia acuática, hipoterapia (en la que se utilizan caballos), delfinoterapia  y desde el 2014 practica surfing en Isabela con Surf 4 DEM, una corporación sin fines de lucro que se dedica a ayudar a niños con necesidades especiales mediante los deportes acuáticos.

Ahora, a través de la Fundación Río Safari, Gael recibió la invitación para ir este verano a España a recibir terapias con leones marinos y Darlene se encuentra moviendo cielo y tierra para hacer este sueño una realidad.

“Es bien cuesta arriba, porque en Puerto Rico conseguir servicios terapéuticos es bien difícil. O son bien costosos o el plan médico lo que te cubre es muy poco”, mencionó.

Todos estos tratamientos de Gael se unen a sus estudios y a las actividades de Gabriel, lo que consume el tiempo de Darlene, quien acepta que la mayor parte de sus días transcurren en la carretera. Aunque se cansa no le pesa porque es por el bienestar de sus hijos.

“Trabajo medio día, porque tengo un acomodo razonable. Los lunes y miércoles llevo a  Gael a sus terapias en SER de Puerto Rico; martes y jueves vamos  a natación en Arecibo; viernes (lo reservo) si tenemos alguna cita médica. Los sábados volvemos a Arecibo en las mañanas y luego a Isabela para las terapias de surf.  Entre terapia, clases y citas médicas de Gael llevo al nene grande a practicar béisbol en Caguas y si juega en el área metropolitana, lo llevo a sus juegos que son los sábados y domingos”, detalló Darlene, quien reside en Cidra junto a sus padres que siempre le han dado un gran apoyo.

Pero este espíritu de lucha a veces amenaza con quebrantarse. La mujer de 35 años aceptó que hay momentos en los que se desespera y casi todas las noches se desahoga llorando cuando sus hijos ya se han dormido. Inclusive, recordó que la depresión tocó a su puerta cuando Gael fue diagnosticado con las múltiples condiciones. Sin embargo, rendirse nunca ha sido opción para Darlene. 

“Dentro de mi depresión, mi frustración y mi dolor tuve que buscar de hacer esta experiencia algo bonito. Me di cuenta que dentro de todo este proceso teníamos que pasarla bien y vivir esta experiencia como una aventura”, comentó quien hace unos meses creó la Fundación Una aventura llamada Gael.

Aunque el propósito primordial de la fundación es reunir el dinero para llevar a Gael a España, Darlene lo ve como la oportunidad de unir almas caritativas con el propósito de ayudar a que otros niños con necesidades especiales puedan disfrutar de terapias alternativas como lo ha hecho su hijo.

“Mi deseo es llevar a otros niños con síndrome de Down a España. El año que viene los quiero montarlos en un avión para ir a España y que ellos también se beneficien de la terapia. También quiero una guagua en la que pueda transportar a niños con necesidades desde Cidra y traerlos a terapias como la de natación en Arecibo o la de surf en Isabela. Sueño con poder hacer accesible este tipo de terapia a la población de niños con necesidades especiales”, concluyó Darlene, quien pide a quienes puedan cooperar que lo hagan a través de la cuenta en el Banco Popular número 386051154 a nombre de Fundación una aventura llamada Gael, por PayPal a unaaventurallamadagael@gmail.com y a través de ATH Móvil al 787-237-7556.