Cabe señalar que en B&GC no solo se instruye a los niños en menesteres académicos, sino que se refuerzan sus “destrezas sociales y de recreación. Les damos las oportunidades para que ellos vayan descubriendo sus talentos y sus pasiones”. Y fue, precisamente, la posibilidad de ser parte de esas oportunidades lo que instó a Gloriann Sacha a abandonar su carrera publicitaria para dedicarse de lleno al B&GC.

“Yo trabajaba en una agencia de publicidad que iba a hacer un evento deportivo a beneficio de B&GC”,  rememoró. “Por primera vez me toca pisar un club, que es el de (el residencial) Las Margaritas… ¡y me enamoré! Empecé a hacer trabajo voluntario... esto era mi dream job, ¡y se dio la oportunidad!” 

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Enorme satisfacción

“Estos siete años (con el B&GC)”, expresó Gloriann Sacha, “me han permitido plasmar estrategias de comunicaciones” para el beneficio de otros. “Uno hace esto para compañías, para marcas... Pero, tener la oportunidad de hacerlo para un bien social, con una población que tanto la necesita –como la niñez y la  y juventud– pues, siempre ha sido maravilloso”. 

Recibe más de lo que da

Gloriann Sacha Antonetty está bien clara en que, cuando uno da de sí, “es más lo que uno recibe, no solo de los niños y jóvenes  que podemos tocar a través del servicio de brindarles a ellos esa esperanza, (sino que aquí) yo he podido encontrar una sinergia con mis propósitos de vida”, dijo convencida. Y es que con cada niño y joven con quien interviene, “hay una recompensa inmediata”.

A modo de ejemplo, mencionó: “Tuve la oportunidad de ser mentora de una joven (quien ahora) está estudiando ingeniería química en Mayagüez; es una chica brillante y (en B&GC pudimos) maximizar esos talentos porque ofrecemos la oportunidad para que niños y jóvenes vean otra perspectiva de la vida... Hay que provocar que nuestros niños y jóvenes se sientan dignos. Para que vean que, independientemente de sus circunstancias, de los ingresos, del color de la piel”, pueden superarse.

En definitiva, para esta joven, quien es madre hace solo seis meses, ese es el mejor legado para su hijo: una lección de compasión, cooperación y empatía. Y para otras mujeres que, como ella, luchan por echar a sus hijos hacia adelante, Gloriann Sacha tiene un mensaje: “Uno tiene que encontrarse, centrarse, estar claro de lo que uno quiera hacer...  y preguntarse ‘si todo lo que yo estoy haciendo, me hace feliz’. Y si no me hace feliz, ¿cómo voy a hacer los ajustes para arreglarlo? Porque en la medida en que podamos ser felices con nosotras mismas, en nuestra piel, con nuestros cabellos, con todo lo que representamos... en esa misma medida podremos hacer felices a nuestros hijos, a nuestros compañeros a nuestras familias...”.